Mi perro no para de orinar en casa y ladra a los desconocidos que entran en ella, ¿Como puedo modificar esta conducta?
He adoptado a un perrito de 4 años, pequeño (Yorkshire mezclado) y todos los días marca el terreno en casa y ladra a quienes entrar a casa, e incluso ha estado a punto de morder a un electricista que intentó acariciarlo. Cada vez que ladra le riño e intento aislarlo de la zona (Lo encierro en mi habitación hasta que se calma un poco y si sale otra vez y sigue igual lo vuelvo a encerrar), JAMÁS se me ocurriría pegarle, quizás algunos empujones en el lomo con dos dedos; pero al día siguiente sigue igual. Llevo casi un mes con él y sigue muy territorial, meón y lo que mas me preocupa: temo que acabe mordiendo a alguien.
2 respuestas
Lo ideal para el marcaje es la castración. A veces si es a su edad puede que tarde en disminuir esta conducta. Igualmente siempre recomiendo la cirugía pero si ahora mismo no estás preparado para esta decisión existe la posibilidad de ponerle un implante que dura unos 6 meses, con el que se consigue la castración química temporal.
El tema de comportamiento es algo más difícil de controlar sin la ayuda de un profesional directamente. Un entrenador canino podría ayudarte con un par de clases y darte unas pautas básicas. Seguro que consigues que mejore en unos meses.
Y sobre la castración quirúrgica es un proceso muy sencillo con muy bajo riesgo y que aporta muchos beneficios a largo plazo en cuanto a prevención de muchas enfermedades.
El perro defiende su territorio. Muy difícil que logres que no ladre ni intente morder a un extraño que entre en la casa... porque "para el perro", eso, defender la casa, lo considera como una obligación.
La única solución, atarlo cuando viene un extraño. Retarlo o castigarlo, solo hará que el animalito se confunda más con su "rol en la casa": El "cree que es su trabajo".. e imaginate que a ti te reten por "hacer bien tu trabajo": Te crearía confusión. Al perro, todavía más.
De paso, los perros no distinguen tamaños: así que un Yorky puede intentar atacar a una persona de 80 kilos sin vacilar.