Mi hijo es alérgico severamente a la proteína de la vaca y en la guardería casi le cuesta la vida por fallar el protocolo.

Mi hijo es severamente alérgico a la proteína de la vaca con lo cual un pequeño fallo le puede costar la vida.

Yo como madre me encargo de llevar parte de su alimentación para que no haya equivocación ninguna, informe médico y aún así una larga lista escrita de mi puño y letra .

En clase su tutora también tiene una inyección de adrenalina para poner en su momento.

Mi hijo anda en la guardería temporera ya que su padre y yo nos dedicamos a trabajar en la recolección de aceituna.

Por la mañana va a clase (tiene dos años) y luego se queda con las personas que el ayuntamiento a contratado para la temporera.

La otra tarde me llamó una cuidadora diciendo que mi hijo ingirió algo leche y que había fallado al pinchar adrenalina pues puso su dedo accidentalmente abajo en la aguja, con lo que lo llevo al centro de salud donde empeoró el niño y atendieron el equipo médico.

La cosa iba a peor cuando decidieron llevarlo al hospital (45km de distancia).

Mientras todo eso pasaba su padre y yo rápidamente salíamos del tajo y nos dirigimos al hospital.

Mi hijo estaba grave, mal... Muy mal.

Nadie sabía que falló y según todas, el protocolo se siguió al paso de la letra.

Reunidos después con el ayuntamiento y directora del centro donde me enseñó los pasos que se siguen con mi hijo, parecía imposible que hubiese pasado tal desgracia.

Al bajar a hablar donde nos reunimos, su cuidadora de esa tarde comento que había yogurt con plátano de merienda, donde todo sube preparado a la clase donde merienda.

Ella repartió las meriendas A cada niño y al mío le puso su bol que se diferencia por el tamaño.

Al poco comenzó a ponerse mal y ocurrió todo lo citado arriba.

Comentó que la cocinera dijo que había 4 YOGURES de soja y quedaban 3 que estaba todo perfecto y ahí me di cuenta del gran fallo.

Nunca hubo 4 yogures de soja porque yo entregué 3, ya que uno se lo entregue a la directora para el desayuno.

Además, las pruebas de alergia ya están realizadas y consta k mi hijo corre gran peligro frente a la consumición de un lácteo.

La equivocación fue que confundió un yogurt normal con uno de soja y la vida de mi hijo estuvo en juego.

Una equivocación que no debió nunca ocurrir pues clara mente los yogures están señalados como que son de soja.

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