Que hacer si la propiedad es mía y mi pareja no quiere irse
Hace 9 años que mi pareja y yo compartimos techo. No estamos casados ni somos pareja de hecho, pero si esta empadronado desde hace casi 5 años en mi casa. Tenemos una niña en común menor de edad.
El no colabora en los gastos del hogar ni a lo que a la pequeña se refiere. Ambos trabajamos y su dinero va para las casas de apuestas. Le he dicho en mil ocasiones que lo deje y se haga responsable de su parte al menos, para con la pequeña. Hace caso omiso.
Hace un par de años tuve que ponerme en contacto con el 016 por circunstancias... Y no para de maltratarme psicologicamente. Siempre he sido muy fuerte y he podido con todo, ahora me siendo débil y sin capacidad de tomar decisiones. Me siento fatal en mi propia casa, necesito que se vaya y empezar a pensar en mi, en mi salid mental.
No se que reclamarle... Ya que el no es de mi provincia y echarlo de malas a la calle sería dejarlo sin trabajo y lejos de la niña.
He querido ir mil veces a un abogado de mi localidad, pero al hacerme cargo económicamente de todo, me es imposible pagarlo.
Por favor, necesito ayuda, una orientación que me ayude a seguir con ganas de vivir.
4 respuestas
Según dices los dos tenéis trabajo y el no aporta a los gastos de casa, que es de tu propiedad .
Si la relación no te hace feliz y necesitas darte un respiro, sería bueno que el viva de alquiler un tiempo, de esa manera puede que se de cuenta de lo que se pierde, y recapacite en su actitud .
Gracias!! Pero el problema esq ya le he dicho en incontadas veces que se vaya.. que le ayudo a alquilar algo (hoy en día es imposible por sus precios y condiciones encontrar algo), pero dice que no, que no se va, que la justicia está siempre a favor de la mujer, que no le parece bien, que esta aunque no esté a su nombre también es su casa y que no se va a ir. Además siento que me culpa a mi diciéndome que así lo arregló todo... cuando ya lo he intentado de mil maneras y durante años.
No, no es una relación que me haga feliz, siento que me he perdido, que he dejado de ser yo, que no disfruto de su presencia porque ando insegura y con miedo porque a veces, me salta de la nada acusándome de cosas increíbles (como cuando tuve una cita médica de un especialista y además importante, y me acusó de no cambiar la cita como si eso estuviese en mi mano).
He ido al ayuntamiento de mi localidad para ver si puedo desempadronarlo, y me han dicho que eso es imposible... segun un par de abogados con los que contacté hace años, no puedo echarlo si el no tiene otra cosa al estar empadronado, h si el juez determina custodia compartida, tendría que seguir haciéndome cargo de los gastos de mi vivienda y salir 15 días de casa para que viva el con la niña... eso me desconcierta. No quiero que deje de verla y que pase tiempo con ella... no me niego a que se la lleve a su provincia para que su familia, disfrute de su hija... pero me niego de salir de mi casa y seguir pagando encima, los gastos que el genera. No se por donde empezar... no me siento con fuerzas y no puedo contar con nadie, estoy y me siento sola.
Sola no estás, tienes a tu niña ! Es el motor de tu vida, y por ella tienes que seguir adelante, sería bueno que lo hablaras con tu familia que deseo que la tengas .
Haber si entre todos pueden ayudarte !
Perdona! A ver si entre todos pueden ayudarte a salir airosa de esa situación tan incómoda.
Lo mejor sería, como usted adelanta, acudir a un abogado. Si no se lo puede permitir, trate de averiguar si es candidata a la justicia gratuita.
Entiendo tu situación. Quieres que se vaya pero no perjudicarlo tanto para que no pueda trabajar ni ver a su hija.
Efectivamente tendrá que ser judicial la vía de solución. Como bien te han dicho, existe la posibilidad de obtener la justicia gratuita y el requisito es ganar menos de 2 veces el iprem que ahora esta por los 14.500 € anuales, aprox. el tener la vivienda habitual no es problema. Esto sale muy rápido y podría ser una vía para echarlo de tu casa pero sin tener en cuenta lo que no quieres para él.
La otra sería volver a llamar al 016 y plantear la situación. Creo que el hablarlo con alguien puede serte reconfortante. Tal vez esta sea la mejor opción porque desde ahí tal vez podrían ver como ayudarlo a que se marche sin perjudicarlo como para que no pueda trabajar, ya que están conectados con otros servicios y tiene más peso algo solicitado por ellos. Si ahí no pueden ir más allá, te dirán que recurras a justicia gratuita ellos mismos. Ten animo y no decaigas. Suerte!
La conducta de una persona no suele mejorar desde la superficie. Piensa que estos años de convivencia sin matrimonio, ni a ti, ni a él, han beneficiado. Lo que te recomiendo es ahora empezar a vivir el amor de verdad. No pienses en soluciones que creas más acomodadas a tus intereses, sino que te recomiendo rectificar tu intención y pensar en el bien de verdad de cada uno de vosotros (independientemente de que tenéis una hija, y sería posible que haciendo las cosas bien, como Dios manda, fuese posible formar una familia). Ni que decir tiene que tu salud mental no correrá pareja sobre todo a tu comodidad, sino que será muy bueno para tu salud el amor de verdad del que te hablaba, el cual siempre exige esfuerzo, pero que es un esfuerzo saludable, al contrario del insalubre dejarse llevar por tendencias deordenadas.
Lo que te recomiendo es tener una vida con sentido, bien encaminada, no hacia tus particulares intereses, sino que hacia hacer el mayor bien que puedas con tu vida, por supuesto que con la gracia de Dios; y que lo ayudes a él a lo mismo; y por supuesto que tu hija se educará con lo que vosotros viváis. Y por supuesto que siempre con conducta correcta, evitando lo que ya consideres inútil (como te decía, el ejemplo, y el llegar al interior, siempre surtirá más efecto).
Que Dios te premie la generosidad al menos de no entorpecer el que él esté cerca de tu hija (ni por él, ni por ella), ni que pierda el trabajo (si es bueno, claro). Lo que te recomiendo (si estás bautizada como me imagino), es recurrir a la Confesión Sacramental (ya podrás ayudarlo a él a lo mismo). Y mientras él esté en tu casa (y tú también), organízate de tal modo que puedas ir haciendo tu vida, bien encaminada como te dije, si ves que es posible.