Presidente ENTERAO
Hace un poco más de un año mis vecinos me avisaron de que tenían unas manchas de humedad.
Se dio aviso a la administradora y yo avisé a mi compañía de seguros. Acudieron a mi casa mi perito y el perito de la compañía de la comunidad, éste vino con un albañil que hacía unos 3 ó 4 años hizo una reparación en la terraza contigua a la mía y que hasta ahora no ha vuelto a dar ningún problema, y eso se propuso para mi terraza. Esta reparación consiste en introducir un líquido hidrófugo (una sustancia que evita la humedad y las filtraciones) para que penetre por todas las hendiduras y surcos que encuentre. Mi compañía, tras la correspondiente inspección, me certificó que el problema no era causado por mí, sino por el propio desgaste y la influencia de los agentes metereológicos, es decir, que era competencia de la comunidad.
Quedé así a la espera de que me llamara el albañil para concretar día y hora para hacer el trabajo. Entre tanto, recibo un burofax inquietante (de los vecinos de abajo) en el que me dan "un plazo de 48 horas para reparar la avería o procederían judicialmente, lo que aumentaría el importe a pagar como causante de los daños, ya que su perito, tras averiguaciones, ha comprobado que el siniestro de daños por agua a su asegurado es a causa mía". Me puse en contacto con mi perito que me reiteró que el problema no era causado por mí, sino que era competencia de la comunidad.
Hablé con mis vecinos y me dijeron que ese burofax debía haber sido dirigido al Presidente de la Comunidad (esta respuesta no tiene sentido porque es evidente que el burofax iba dirigido a mí).
Mi compañía de seguros volvió a certificar que "tras estudiar el informe pericial entendemos que no existe responsabilidad por su parte". Me quedé tranquila.
Pocos días después se presentaron en mi casa el presidente de la comunidad (fue durante ese tiempo que hubo cambio de presidente) con un albañil al que no conocía, pasaron a la terraza y este último, siguiendo pautas del Sr. Presidente, comenzó a picar. Al ver a otro albañil y otro tipo de reparación a la acordada pregunté al Presidente el por qué de ese cambio, a lo que me contestó que el otro albañil no iba a hacer la obra porque era muy caro y él no veía claro que lo del líquido hidrófugo fuese a solucionar el problema. La verdad es que no me convenció, pero les dejé hacer ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, con burofax amenazante incluido. Me marché dejándoles allí, uno haciendo su labor de albañil y al Presidente marcándole las directrices a seguir.
Pocos días después volví a recibir otro burofax del mismo talante que el anterior. Bajé a ver a mis vecinos para que me explicaran a qué venía este segundo burofax. Me dijeron que había sido una confusión, que ese burofax iba dirigido a Presidente, pero que por error llegó otra vez a mí. Les comenté que ya estaban arreglando la terraza y el cambio de decisión en la forma de hacerlo. Por su parte me explicaron que el Presidente les comentó que el día de la obra yo "me había puesto como una histérica" (haciendo amigos, sólo pregunté el motivo del cambio de abordaje de la reparación).
A todo esto, lo único que habían hecho ese primer día de reparación había sido picar un par de losas que daban al desagüe y sellar unas cuantas juntas. Le expuse al Sr. Presidente mi desacuerdo con esa "reparación" y le dije que quería que viniese el albañil que había reparado la terraza vecina y con quien que habíamos consensuado con un perito. El Sr. Presidente me respondió con un inapelable NO, que eso no iba a ser.
Entre tanto, mis vecinos iban perdiendo paciencia y educación, personalizaban la avería. Comencé a sentirme atosigada ya que según creían era yo quien retrasaba la obra, no sé por qué.
Al poco tiempo volvió el Sr. Presidente con un operario al que me presentó como el mejor profesional de la mejor empresa del ramo. Tal y como pasó la primera vez, el albañil comenzó a trabajar siguiendo las directrices del Presidente, yendo más lejos y con más atrevimiento en esta reparación levantó todo el tramo del desagüe y arrancó la tela asfáltica que cubría la antigua terraza. Como entendí que aquello iba a ser definitivo, que dijera lo que dijera no iba a ser considerado (todo lo contrario) y dado que mis vecinos estaban ya muy molestos, opté por dejarles hacer y despedirme de mi terraza, que me había pagado yo hacía unos 10 años. Le sugerí al Presidente que no se sintiera obligado a seguir la obra personalmente, él insistió en quedarse (el albañil hacía lo que él encauzaba HORROR, yo me fui. Cuando se acabó el trabajo me explicaron lo que habían hecho: levantar todo el tramo incluidas losas, cemento y tela asfáltica, poner un tubo entre los desagües y tapar con cemento. Lo único que quedaba por hacer según ellos era poner las losas nuevas en ese trozo.
Dos días después empezó a llover. A los 15 minutos mi vecina subió para decirme que le estaba cayendo agua a chorros y que la pintura y el yeso de la pared comenzaban a desprenderse. Cuando bajé a ver lo que había pasado me encontré con una escena de pena: caía agua del techo que iban recogiendo en recipientes y tanto el techo como la pared estaban arruinados. Se habían matado moscas a cañonazos.
No tuve ninguna duda del origen siniestro, fui a avisar al Presidente. Simultáneamente a todo esto, un vecino de la planta baja también subió alarmado porque caía agua en su patio.
Volví al piso de abajo y estuvimos de acuerdo en que aquello se debía a esa reparación. Poco después también el Sr. Presidente fue a observar el escenario del piso siniestrado y su explicación ante tal coincidencia (reparación-lluvia-siniestro) fue que aquello era a causa del techo del patio interior que se tendría que tapar. Le dije al Presidente que a veces las personas nos equivocamos y que no pasa nada, pero que se ha de admitir.
Al día siguiente llamé a la administradora para informarme sobre quién decidió la empresa de la reparación, qué perito evaluó la incidencia, qué garantías dio. Pero no le constaba nada, ni tenía ninguna noticia sobre el siniestro, ni ninguna factura de esa empresa, nada.
Vino un nuevo albañil, consensuado entre presidente y administradora. Ante el estado de la terraza dijo que sólo se comprometía a ofrecer garantías si hacía toda de nuevo, con nueva tela asfáltica incluida. El trabajo continuó hasta que la dejó con una especie de cemento arenoso ya preparada para poner losas. El albañil me dijo que ahora debíamos esperar un tiempo hasta poner las losas y que ya quedaríamos. Fui a comprar las losas (aún están en el rellano) y el albañil empezó a demorar su venida a casa, siempre tenía otras cosas que hacer.
La respuesta que me...
Se dio aviso a la administradora y yo avisé a mi compañía de seguros. Acudieron a mi casa mi perito y el perito de la compañía de la comunidad, éste vino con un albañil que hacía unos 3 ó 4 años hizo una reparación en la terraza contigua a la mía y que hasta ahora no ha vuelto a dar ningún problema, y eso se propuso para mi terraza. Esta reparación consiste en introducir un líquido hidrófugo (una sustancia que evita la humedad y las filtraciones) para que penetre por todas las hendiduras y surcos que encuentre. Mi compañía, tras la correspondiente inspección, me certificó que el problema no era causado por mí, sino por el propio desgaste y la influencia de los agentes metereológicos, es decir, que era competencia de la comunidad.
Quedé así a la espera de que me llamara el albañil para concretar día y hora para hacer el trabajo. Entre tanto, recibo un burofax inquietante (de los vecinos de abajo) en el que me dan "un plazo de 48 horas para reparar la avería o procederían judicialmente, lo que aumentaría el importe a pagar como causante de los daños, ya que su perito, tras averiguaciones, ha comprobado que el siniestro de daños por agua a su asegurado es a causa mía". Me puse en contacto con mi perito que me reiteró que el problema no era causado por mí, sino que era competencia de la comunidad.
Hablé con mis vecinos y me dijeron que ese burofax debía haber sido dirigido al Presidente de la Comunidad (esta respuesta no tiene sentido porque es evidente que el burofax iba dirigido a mí).
Mi compañía de seguros volvió a certificar que "tras estudiar el informe pericial entendemos que no existe responsabilidad por su parte". Me quedé tranquila.
Pocos días después se presentaron en mi casa el presidente de la comunidad (fue durante ese tiempo que hubo cambio de presidente) con un albañil al que no conocía, pasaron a la terraza y este último, siguiendo pautas del Sr. Presidente, comenzó a picar. Al ver a otro albañil y otro tipo de reparación a la acordada pregunté al Presidente el por qué de ese cambio, a lo que me contestó que el otro albañil no iba a hacer la obra porque era muy caro y él no veía claro que lo del líquido hidrófugo fuese a solucionar el problema. La verdad es que no me convenció, pero les dejé hacer ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, con burofax amenazante incluido. Me marché dejándoles allí, uno haciendo su labor de albañil y al Presidente marcándole las directrices a seguir.
Pocos días después volví a recibir otro burofax del mismo talante que el anterior. Bajé a ver a mis vecinos para que me explicaran a qué venía este segundo burofax. Me dijeron que había sido una confusión, que ese burofax iba dirigido a Presidente, pero que por error llegó otra vez a mí. Les comenté que ya estaban arreglando la terraza y el cambio de decisión en la forma de hacerlo. Por su parte me explicaron que el Presidente les comentó que el día de la obra yo "me había puesto como una histérica" (haciendo amigos, sólo pregunté el motivo del cambio de abordaje de la reparación).
A todo esto, lo único que habían hecho ese primer día de reparación había sido picar un par de losas que daban al desagüe y sellar unas cuantas juntas. Le expuse al Sr. Presidente mi desacuerdo con esa "reparación" y le dije que quería que viniese el albañil que había reparado la terraza vecina y con quien que habíamos consensuado con un perito. El Sr. Presidente me respondió con un inapelable NO, que eso no iba a ser.
Entre tanto, mis vecinos iban perdiendo paciencia y educación, personalizaban la avería. Comencé a sentirme atosigada ya que según creían era yo quien retrasaba la obra, no sé por qué.
Al poco tiempo volvió el Sr. Presidente con un operario al que me presentó como el mejor profesional de la mejor empresa del ramo. Tal y como pasó la primera vez, el albañil comenzó a trabajar siguiendo las directrices del Presidente, yendo más lejos y con más atrevimiento en esta reparación levantó todo el tramo del desagüe y arrancó la tela asfáltica que cubría la antigua terraza. Como entendí que aquello iba a ser definitivo, que dijera lo que dijera no iba a ser considerado (todo lo contrario) y dado que mis vecinos estaban ya muy molestos, opté por dejarles hacer y despedirme de mi terraza, que me había pagado yo hacía unos 10 años. Le sugerí al Presidente que no se sintiera obligado a seguir la obra personalmente, él insistió en quedarse (el albañil hacía lo que él encauzaba HORROR, yo me fui. Cuando se acabó el trabajo me explicaron lo que habían hecho: levantar todo el tramo incluidas losas, cemento y tela asfáltica, poner un tubo entre los desagües y tapar con cemento. Lo único que quedaba por hacer según ellos era poner las losas nuevas en ese trozo.
Dos días después empezó a llover. A los 15 minutos mi vecina subió para decirme que le estaba cayendo agua a chorros y que la pintura y el yeso de la pared comenzaban a desprenderse. Cuando bajé a ver lo que había pasado me encontré con una escena de pena: caía agua del techo que iban recogiendo en recipientes y tanto el techo como la pared estaban arruinados. Se habían matado moscas a cañonazos.
No tuve ninguna duda del origen siniestro, fui a avisar al Presidente. Simultáneamente a todo esto, un vecino de la planta baja también subió alarmado porque caía agua en su patio.
Volví al piso de abajo y estuvimos de acuerdo en que aquello se debía a esa reparación. Poco después también el Sr. Presidente fue a observar el escenario del piso siniestrado y su explicación ante tal coincidencia (reparación-lluvia-siniestro) fue que aquello era a causa del techo del patio interior que se tendría que tapar. Le dije al Presidente que a veces las personas nos equivocamos y que no pasa nada, pero que se ha de admitir.
Al día siguiente llamé a la administradora para informarme sobre quién decidió la empresa de la reparación, qué perito evaluó la incidencia, qué garantías dio. Pero no le constaba nada, ni tenía ninguna noticia sobre el siniestro, ni ninguna factura de esa empresa, nada.
Vino un nuevo albañil, consensuado entre presidente y administradora. Ante el estado de la terraza dijo que sólo se comprometía a ofrecer garantías si hacía toda de nuevo, con nueva tela asfáltica incluida. El trabajo continuó hasta que la dejó con una especie de cemento arenoso ya preparada para poner losas. El albañil me dijo que ahora debíamos esperar un tiempo hasta poner las losas y que ya quedaríamos. Fui a comprar las losas (aún están en el rellano) y el albañil empezó a demorar su venida a casa, siempre tenía otras cosas que hacer.
La respuesta que me...
Respuesta de Crisis de Ansiedad Crisis de Panico
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