Armaduras longitudinales

Intentaré explicarte a qué se refieren estos datos, aunque es necesario tener algunos conceptos de mecánica de medios.
Este reparto corresponde a una viga empotrada en sus extremos, generando esfuerzos de flexión positiva en el centro y negativa en los extremos. Las armaduras que mencionas son las correspondientes únicamente a contrarrestar los esfuerzos de flexión, aunque en una viga aparecen más condicionantes y más armaduras, tantos que no te los voy a mencionar.
Luz: distancia entre los ejes de los elementos que sustentan la viga en cada extremo de esta. Dicho de otra forma: longitud de la viga más la mitad del ancho del elemento que tiene en cada extremo.
Positivos: armadura que se encarga de contrarrestar los esfuerzos de flexión considerados positivos según un criterio de signos establecido, y que provocan la deformación de la pieza curvándola hacia abajo, generando esfuerzos de tracción en el hormigón en la zona central inferior de la pieza. Se colocan en sentido longitudinal en la cara inferior de la pieza. Su longitud es un 60% de la luz y se colocan centrados y repartidos en el ancho de la base de la pieza.
Negativos: al contrario que el anterior, la flexión provoca una deformación que curva la pieza hacia arriba, generando los esfuerzos de tracción en el hormigón en la cara superior de los extremos de la viga. Las armaduras se disponen en la cara superior de la pieza, en sentido longitudinal, en los extremos de la pieza, repartidas en su ancho. La longitud de las varillas será el 20% de la luz, y se colocarán en ambos lados, de manera simétrica.
En todo caso, esto es mucho más difícil de explicar en texto que con un esquema, en el que se ve en un segundo. Sólo me queda añadir que esto no contempla las longitudes de anclaje, que dependen de los diámetros de las armaduras y se prolongan en los extremos más alejados del centro de la pieza. Las longitudes de anclaje aseguran que la armadura sea efectiva en toda su longitud.