Si un aparato electrodoméstico, sea el que fuera, da clambre en su cuerpo metálico, es debido a una fuga de corriente, por falla del aislamiento en cualquier punto de su circuito. Si esta fuga se manifiesta al tocar el cuerpo metálico, es que la instalación no está debidamente protegida. Las protecciones, que el la actualidad son obligatorias en la mayoría de países, son una buena toma de tierra de todo lo metálico, que pueda estar en contacto con las personas, y un interruptor diferencial. Si la instalación está así protegida, nunca las personas pueden notar calambres al tocarlos, pues si hay una falla de aislamiento apreciable, se dispara el diferencial, y es imposible hacer funcionar el aparato. En los aparatos que producen calor con temperatura elevada (como la cocina de vitrocerámica), el aislamiento es especialmente difícil, si se tiene en cuenta que la mayoría de aislamientos utilizados (los plásticos), no soportan la temperatura. El aislamiento de las resistencias calefactoras de estas cocinas, es normalmente un mineral reducido a polvo que rellena los tubos que contienen las resistencia eléctricas, y es en ellas donde se suelen producir los fallos de aislamiento.