En general la cuestión de los fusibles es complicado, si se intenta que sean realmente eficaces para proteger el aparato alimentado.
En primer lugar, en el momento de la conexión de un equipo, debida a la presencia de condensadores, se produce un pico de corriente que excede de los picos transitorios que se puedan manifestar durante el funcionamiento, que evidentemente debe ser soportado sin fundirse, en detrimento de la protección en funcionamiento estable.
Hay un parámetro que determina la habilidad de un fusible para adaptarse a un circuito. Consiste en el producto de la intensidad al cuadrado por el tiempo que que debe transcurrir antes de fundirse el I^2 t. Este parámetro es de obligado cumplimiento cuando la potencia es considerable, debido al riesgo que se corre, que sobrepasa al económico: El peligro de incendio.
El margen de seguridad añadido es opinable, quizá estimarlo del orden de el + 20%.
A pesar de lo expuesto, en muchos casos el fusible es muy difícil de escoger, para que se funda antes de que se estropee el aparato protegido, y no se funda esporádicamente, especialmente cuando el aparato alimentado esté equipado con semiconductores
Para que se haga una idea de esta dificultad, le cito un pesimista aforismo que todo técnico ha oído o temido alguna vez.
"Un semiconductor es lo mejor para proteger un fusible".
Lo que si es exigible en todos los casos, es que se funda el fusible antes de que en ningún caso se produzca un siniestro (se incendie).