Tendón rotuliano
Tengo 19 años y hace un año y 9 meses sufrí una microrotura del tendón rotuliano y acudí a un fisio que me trato la lesión, me bajo el dolor, pero no desapareció y seguí jugando fútbol y tenis. 6 meses después acudí a un traumatólogo que me hizo una ecografía en la cual se veía la microrotura y me mando reposo, pero 3 meses después el dolor no remitía y me hizo una filtración, me injecto. Tome reposo y volví a jugar como antes pero de nuevo hace 4 semanas sentí un pinchazo debajo de la rodilla en el rotuliano y volví a un fisio, me dijo que tenia algo desgastado el cartílago, me hizo estiramientos y masajes y mejore pero sigue sin remitir ese dolor bajo la rodilla es un punto exacto justo debajo que incluso al tocar duele, ¿pero solo duele ese punto que debe de ser de 1cm. Qué puede ser? ¿Siempre me dicen que no es nada y que me recuperare rapido pero no? ¿Aque se debe? ¿Debo fortalecer mis cuádriceps? El dolor es más intenso a la hora de golpear el balón o al subir escaleras.
1 respuesta
Respuesta
2
2
Anónimo
Ni soy traumatólogo ni medico deportivo como habrás observado por el foro donde estás. Te puedo decir que si no ha habido movimiento de la rotula que pueda haber afectado a otra parte de los cartílagos o meniscos, puede que esa microrotura que te detectaron, al calcificar haya podido formar un pequeño cayo que aún siendo muy minúsculo te de la molestia cuando intentas golpear o realizas impulsos con los pies o saltos bruscos. Todo esto es una suposición. Muchas veces las ansias de entrenar o la falta de reposo a ciertas lesiones ocasionan a posterior más molestias. Yo te sugiero que veas a un especialista de medicina deportiva "medico no fisio" y te observe de nuevo. También te puedes encontrar que después de varios meses de inactividad el querer acelerar tu puesta, te encuentres que tu tendón no esté preparado aún para soportar grandes cargas. Piensa que el golpeo, los saltos, las carrerar son movimientos bruscos que se acentúan aún más después de una lesión. Puedes intentar reforzar los músculos de la pierna para compensar la falta solidez de la rodilla, con la cual mejoraras y protegerás la rotula.
Te doy a leer un par de artículos.
(A) La Rodilla. Principios Generales.
La rodilla es una de las áreas anatómicas más importantes en las actividades deportivas y por lo tanto en la medicina deportiva. Esta articulación esta conformada por el extremo inferior del fémur, el extremo superior de la tibia y la rotula, es una articulación de superficie un tanto incompletas, por lo que los meniscos, dos por rodilla, completan una superficie de deslizamiento bastante compleja.
Actúa como estructura que le brinda estabilidad a las piernas en actividades como la carrera, el salto, la patada, etc.; los músculos que la rodean, generan fuerza y energía de desplazamiento, gracias a ella. Transmite y absorbe fuerzas de reacción desde el suelo hacia la cadera y el tronco. En síntesis una optima función de la rodilla optimiza la performance de muchas actividades atléticas.
Hoy describiremos que es la tendinitis rotuliana, como reconocerla y cuales son sus principios más importantes de cuidado.
Lo más importante es saber que es uno de los problemas de salud más comúnmente vistos en los corredores de todas las edades, esto significa: es muy frecuente!
Como su nombre lo indica es una inflación del tendón rotuliano, recordemos que la terminación itis, en medicina significa inflamación. El tendón rotuliano, por otra parte, es la porción terminal del músculo cuádriceps que conforma la región anterior del muslo. El músculo cuádriceps, aclaremos también que por su nombre, esta formado por cuatro músculos distintos y todos ellos terminan en un tendón en común que es el rotuliano. Si tuviéramos que describir los limites de este tendón, los encontraremos en el polo o punto inferior de la rotula y la tuberosidad anterior de la tibia; de esta forma el tendón rotuliano que conformado como una estructura en forma de cinta, de aproximados 3 a 5cm de largo y otros 2cm de ancho.
Mecánicamente su mayor esfuerzo lo realiza en los movimientos de flexión o al doblar la rodilla con más de 60 grados y el peso del cuerpo sobre esa pierna.
El mecanismo de lesión es la mayoría de las veces una sobrecarga por micro traumatismo a repetición (algo así como la tortura china de la gotita de agua sobre la frente, 10 minutos no pasa nada, en 2 días te aniquila, ¿ok?)
Una pequeña alteración en los ejes de apoyo al correr, en la zapatilla que se venció, etc.; repetida por la cantidad de pasos que uno hace por Km., multiplicado por el Km. Semanal de un par de meses suele producir esto.
Además, factores como un músculo cuádriceps debilitado, unos isquiotibiales faltos de flexibilidad suelen agravar y precipitar este problema.
Como mencione antes, los primeros síntomas son dolor persistente, en reposo al mantener posiciones fijas por algún tiempo prolongado, intermitencia en la intensidad del dolor, que por momentos lo hace solo una molestia y en otras ocasiones lo vuelve insoportable.
No suele haber inflamación de la rodilla, no suele estar colorada ni hincharse.
Lo primero es disminuir la causa que suele aumentar el momento de dolor, y generalmente esta relacionado al entrenamiento, por lo primero que se impone es reducir intensidades de entrenamiento. El frió como antiinflamatorio local suele ser de mucha ayuda, y debe colocarse por periodos que superen los 20 minutos. La analgesia por vía oral debe estar reservada al criterio medico y desde ya olvídense de las soluciones mágicas tipo: si el dolor no se va 10 días hay que infiltrar. La infiltración es un recurso muy válido pero debe estar limitada a criterios muy específicos. En casos como la inflamación del tendón rotuliano se la considera "pan de hoy, hambre para mañana".
Tiempo de curación y rehabilitación: Tema critico! Si los hay. Esta lesión así como tiene una aparición lenta e insidiosa, casi solapada dirían los médicos de muchos anos, tarda mucho en irse y tiene una recuperación muy lenta. ( Mi amigo Orlando de Capilla del Señor, sabe lo que digo) La vuelta a la actividad normal puede demorar hasta 4 meses y esto no solo lo digo Yo, sino que lo dicen los libros especializados.
Hay actividades que uno puede incluir en el plan de entrenamiento y posiblemente ayuden a una recuperación más rápida. ACTIVIDADES como la BICICLETA, el ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA EN UN GIMNASIO, LA NATACIÓN, pueden ser intercaladas en el plan de entrenamiento y los RESULTADOS suelen ser muy SATISFACTORIOS.
En síntesis, la tendinitis rotuliana es muy frecuente, su comienzo es muy lento e imperceptible por lo que su recuperación es muy probable que demore bastante tiempo.
Lo que uno puede hacer por si mismo es mucho. Bajar el entrenamiento, otras actividades y hielo son de mucha ayuda. El diagnostico y el tratamiento más especifico debe quedar como siempre decimos, bajo responsabilidad medica. Hasta la próxima.
Articulo por el Dr. Diego Bernardini
(B) Lesiones del Tendón Rotuliano
Se define como tendinitis rotuliana a la inflamación del tendón del mismo nombre en cualquier parte de su recorrido (entre la rotula y la tibia).
Entre las causas más frecuentes de este tipo de lesiones se encuentran los golpes sobre el tendón, a la que se agrega el microtraumatismo a repetición sobre la rodilla (saltos dentro de un deporte, trote sobre superficies muy duras, y calzado deportivo sin la capacidad de absorber impactos adecuadamente) y a la mala capacidad elástica de la musculatura de muslo (cuádriceps)
Síntomas:
El síntoma más frecuente es dolor en cualquier parte del tendón, acompañado generalmente de inflamación y de algún grado de limitación al utilizar la articulación de la rodilla.
En general como en toda lesión de origen inflamatorio y que afecte a un tendón, el paciente deberá guardar reposo absoluto de todas aquella actividades físicas que involucren el segmento lesionado y deberá manejar la lesión utilizando el siguiente criterio:
Primera y segunda semana
Al reposo absoluto y la indicación de tratamiento de fisioterapia agregue:
Elongación de la musculatura del muslo, específicamente cuádriceps.
Elongue el resto de la musculatura de la extremidad inferior.
Ponga hielo en la zona del tendón por espacio de 10 minutos (3 a 4 veces diarias)
Tercera y cuarta semana
Comience a realizar trabajo contra resistencia de los músculos que no estén relacionados con el tendón rotuliano y agregue:
Contracciones isométricas de cuádriceps (sin originar dolor)
Entrene su capacidad aeróbica en la piscina o en equipos especialmente adaptados para dicho fin.
Comience a trabajar su cuádriceps con un poco de carga (sin originar dolor) y de inicio a entrenamiento en bicicleta estática sin carga y sin originar molestias.
Quinta semana:
Contrólese con su médico e inicie pequeños trotes.
Elongue el cuádriceps sin restricción y comience a realizar actividad física controlada por su profesor.
Solicite una evaluación muscular isokinética para conocer el estado de la musculatura del muslo y solo reintegrarse a su actividad deportiva habitual cuando no sienta ninguna molestia luego de entrenar dos semanas seguidas sin presentar el más mínimo problema.
Articulo por Marcelo Vargas
Kinesiólogo
(C) El cuidado de una articulación "mal diseñada"
¿Quién no se ha quejado en alguna ocasión de sufrir molestias en una de sus rodillas, o en ambas? Esta articulación nos permite andar, correr, saltar, agacharse, estar de cuclillas.., en definitiva, sometida a muchas tensiones y presiones, nos garantiza la posibilidad de desenvolvernos en un amplio arco de actividades que, todo hay que decirlo, se vería seriamente limitado si, por cualquier causa, sufriéramos en ella una desafortunada lesión.
Es más, parece que la rodilla no es del todo perfecta. Especialistas en biomecánica han afirmado en este sentido que su diseño natural no es el más adecuado para permitir al ser humano ejercitar movimientos del todo habituales. Dicen que se trata de una articulación con poco encaje entre sus superficies, las condilares del fémur y la meseta tibial, lo que, si bien le confiere una gran amplitud de movimientos, la hace muy vulnerable a las lesiones si éstas se producen de forma brusca. Entre sus protecciones, destacan los dos ligamentos cruzados (anterior y posterior) situados en el interior de la articulación, que fijan y sujetan entre sí la tibia y el fémur, e impiden desplazamientos excesivos y deslizamientos anormales.
El diseño de la rodilla resulta tan complejo que, en caso de lesión, el proceso de recuperación puede prolongarse durante varios meses y, en las circunstancias más graves, incluso se producen daños irreparables. ¡Cuántos deportistas han tenido que abandonar su carrera deportiva!.
Siguiendo con la radiografía de esta articulación, nos encontramos con que, además de los ligamentos internos, está recubierta por una cápsula reforzada por ligamentos (laterales) en su cara interna y externa. Y si vamos a la parte anterior de la rodilla, localizaremos la rótula, donde se inserta un potente músculo, el cuádriceps, de cuyo polo inferior parte el tendón rotuliano hasta la tibia. Al margen de esta explicación, ni que decir tiene que quienes hayan sufrido una lesión de ligamentos serán conscientes de su gravedad.
Llegado a este punto cabe realizar una mención especial de los meniscos, que, entre fémur y tibia, modelados para recibir y encajar los cóndilos femorales, cumplen la importante misión de distribuir la presión que soporta la rodilla sobre una zona más amplia, con lo que se reduce el riesgo de lesiones. Un movimiento brusco o forzar demasiado esta articulación puede tener, no obstante, consecuencias nefastas en este complejo engranaje, cuyas superficies articulares aparecen recubiertas por cartílago.
Las prácticas deportivas requieren mayor precaución
En el fútbol, ski, rugby... los meniscos y ligamentos soportan una mayor presión y el riesgo de sufrir una lesión aumenta, por lo que siempre conviene adoptar una serie de precauciones: practicar regularmente ejercicios que fortalezcan la musculatura de los muslos (especialmente el cuádriceps), realizar un buen calentamiento, aprender la técnica concreta de cada deporte (no vaya a lo loco), realizar unos ejercicios de relajamiento tras finalizar la sesión y, en casos de mayor riesgo, utilizar rodilleras, que siempre fijan y estabilizan más la rodilla.
Otra medida preventiva, especialmente cuando la práctica elegida es de riesgo, sería someterse a un reconocimiento médico específico para comprobar el alineamiento de las extremidades inferiores y, en especial, de las rodillas, ya que cualquier desviación -algo bastante frecuente-, agrava el riesgo de lesiones o de que, simplemente, después de la práctica deportiva, aparezcan dolores, molestias e hinchazones que, incluso, dificultan caminar.
Además, una alineación deficiente de unas rodillas sometidas a fuertes presiones y tensiones puede originar microlesiones en los cartílagos articulares y en el hueso, hasta el punto de degenerar, con el paso de los años, en una artrosis de la articulación.
El dolor afecta a jóvenes y mayores
El dolor de rodillas en personas mayores se debe, generalmente, a una artrosis o gonartrosis, pero también los jóvenes, incluso quienes no practican deporte alguno, están expuestos a molestias de diversa índole. Por ejemplo, el llamado síndrome fémoropatelar puede ser originado por muchas causas y es frecuente en adolescentes y mujeres jóvenes (menores de 35 años). Otros cuadros típicos que se aprecian en estas edades radican en lesiones del cartílago de la rótula o del fémur (condromalacia, osteocondritis disecante...), inestabilidad de la rótula, colocación deficiente de la misma (alta, baja, desviación externa o interna...), o pellizcamientos de la membrana sinovial. Estas lesiones se traducen en un dolor alrededor de la rótula que se agrava con el ejercicio físico, particularmente al bajar escaleras y pendientes, al estar agachados o al permanecer largos periodos de tiempo con las rodillas flexionadas (claudicación de butaca). Además, en ocasiones, puede parecer que la rodilla falla al correr o al andar, que sufre un hinchazón (en la mayoría de los casos, la exploración física no evidencia derrame articular), o que presenta crujidos articulares.
Como se ve, la causa-efecto de las lesiones puede ser bien distinta, de ahí que diagnosticar la afección lo antes posible resulta primordial para establecer el tratamiento más adecuado. Este puede incluir ejercicios isométricos para potenciar la musculatura (en especial, el cuádriceps), estiramientos, aplicación de calor antes del ejercicio y de frío después de la actividad, así como el uso de rodilleras o de ortesis de centraje rotuliano. En general, este tipo de tratamientos garantiza la cura de esta articulación, precisándose únicamente en ocasiones excepcionales una intervención quirúrgica.
Las afecciones en niños y adolescentes
La enfermedad de Osgood Schlatter es una tendinopatía de inserción que afecta a pacientes de entre 10 y 16 años. La lesión se produce en la zona de inserción del tendón rotuliano en la tuberosidad tibial; el tendón tira y arranca el periostio, membrana que recubre el hueso, rompiendo la cortical de éste. El dolor en este caso se manifiesta durante y después del ejercicio, agudizándose cuando se contrae el cuádriceps contra la resistencia (también es doloroso ante la presión).
Esta afección se cura de forma espontánea, aunque normalmente conviene tratarla en reposo (abandonar temporalmente la práctica deportiva) y con aplicaciones de calor hasta la desaparición de los síntomas. En los casos más dolorosos, se precisa la inmovilización total de la pierna durante un par de semanas.
Cómo tratar los dolores de rodilla
- Aunque no resulta aconsejable tratar las afecciones de esta articulación de un modo general, hay algunas medidas que siempre son beneficiosas.
- Cuando la rodilla duele, es por algo. Acuda a su médico para practicar una cuidadosa exploración física y radiológica.
- Si practica algún deporte, debería potenciar la musculatura de las extremidades inferiores, especialmente el cuádriceps. Esto es fundamental para prevenir lesiones.
- Antes de una actividad deportiva, conviene calentar y estirar los músculos y las articulaciones. Y para finalizar, realice unos ejercicios de relajación.
- Si sufre una lesión, deje la práctica deportiva hasta estar totalmente recuperado. Una vuelta anticipada puede provocar una recaída.
- Si han tenido que inmovilizarle la extremidad inferior, tenga en cuenta que un reposo prolongado debilita los músculos (puede haber una pérdida de volumen). - - Resulta entonces necesario hacer una rehabilitación para recuperar el tono y la fuerza muscular.
- La terapia alternante de calor y frío va bien para las lesiones articulares, y complementa otros tratamientos.
- La ingestión de analgésicos y antiinflamatorios puede aconsejarse en algunos casos, pero siempre por indicación médica. Nunca se automedique.
Articulo de la revista de la Salud.
Espero haberte ayudado. No ha quitarte el dolor pero a que tengas claro que pasa en la rodilla.
Hasta pronto.
Consulta a un doctor.
Te doy a leer un par de artículos.
(A) La Rodilla. Principios Generales.
La rodilla es una de las áreas anatómicas más importantes en las actividades deportivas y por lo tanto en la medicina deportiva. Esta articulación esta conformada por el extremo inferior del fémur, el extremo superior de la tibia y la rotula, es una articulación de superficie un tanto incompletas, por lo que los meniscos, dos por rodilla, completan una superficie de deslizamiento bastante compleja.
Actúa como estructura que le brinda estabilidad a las piernas en actividades como la carrera, el salto, la patada, etc.; los músculos que la rodean, generan fuerza y energía de desplazamiento, gracias a ella. Transmite y absorbe fuerzas de reacción desde el suelo hacia la cadera y el tronco. En síntesis una optima función de la rodilla optimiza la performance de muchas actividades atléticas.
Hoy describiremos que es la tendinitis rotuliana, como reconocerla y cuales son sus principios más importantes de cuidado.
Lo más importante es saber que es uno de los problemas de salud más comúnmente vistos en los corredores de todas las edades, esto significa: es muy frecuente!
Como su nombre lo indica es una inflación del tendón rotuliano, recordemos que la terminación itis, en medicina significa inflamación. El tendón rotuliano, por otra parte, es la porción terminal del músculo cuádriceps que conforma la región anterior del muslo. El músculo cuádriceps, aclaremos también que por su nombre, esta formado por cuatro músculos distintos y todos ellos terminan en un tendón en común que es el rotuliano. Si tuviéramos que describir los limites de este tendón, los encontraremos en el polo o punto inferior de la rotula y la tuberosidad anterior de la tibia; de esta forma el tendón rotuliano que conformado como una estructura en forma de cinta, de aproximados 3 a 5cm de largo y otros 2cm de ancho.
Mecánicamente su mayor esfuerzo lo realiza en los movimientos de flexión o al doblar la rodilla con más de 60 grados y el peso del cuerpo sobre esa pierna.
El mecanismo de lesión es la mayoría de las veces una sobrecarga por micro traumatismo a repetición (algo así como la tortura china de la gotita de agua sobre la frente, 10 minutos no pasa nada, en 2 días te aniquila, ¿ok?)
Una pequeña alteración en los ejes de apoyo al correr, en la zapatilla que se venció, etc.; repetida por la cantidad de pasos que uno hace por Km., multiplicado por el Km. Semanal de un par de meses suele producir esto.
Además, factores como un músculo cuádriceps debilitado, unos isquiotibiales faltos de flexibilidad suelen agravar y precipitar este problema.
Como mencione antes, los primeros síntomas son dolor persistente, en reposo al mantener posiciones fijas por algún tiempo prolongado, intermitencia en la intensidad del dolor, que por momentos lo hace solo una molestia y en otras ocasiones lo vuelve insoportable.
No suele haber inflamación de la rodilla, no suele estar colorada ni hincharse.
Lo primero es disminuir la causa que suele aumentar el momento de dolor, y generalmente esta relacionado al entrenamiento, por lo primero que se impone es reducir intensidades de entrenamiento. El frió como antiinflamatorio local suele ser de mucha ayuda, y debe colocarse por periodos que superen los 20 minutos. La analgesia por vía oral debe estar reservada al criterio medico y desde ya olvídense de las soluciones mágicas tipo: si el dolor no se va 10 días hay que infiltrar. La infiltración es un recurso muy válido pero debe estar limitada a criterios muy específicos. En casos como la inflamación del tendón rotuliano se la considera "pan de hoy, hambre para mañana".
Tiempo de curación y rehabilitación: Tema critico! Si los hay. Esta lesión así como tiene una aparición lenta e insidiosa, casi solapada dirían los médicos de muchos anos, tarda mucho en irse y tiene una recuperación muy lenta. ( Mi amigo Orlando de Capilla del Señor, sabe lo que digo) La vuelta a la actividad normal puede demorar hasta 4 meses y esto no solo lo digo Yo, sino que lo dicen los libros especializados.
Hay actividades que uno puede incluir en el plan de entrenamiento y posiblemente ayuden a una recuperación más rápida. ACTIVIDADES como la BICICLETA, el ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA EN UN GIMNASIO, LA NATACIÓN, pueden ser intercaladas en el plan de entrenamiento y los RESULTADOS suelen ser muy SATISFACTORIOS.
En síntesis, la tendinitis rotuliana es muy frecuente, su comienzo es muy lento e imperceptible por lo que su recuperación es muy probable que demore bastante tiempo.
Lo que uno puede hacer por si mismo es mucho. Bajar el entrenamiento, otras actividades y hielo son de mucha ayuda. El diagnostico y el tratamiento más especifico debe quedar como siempre decimos, bajo responsabilidad medica. Hasta la próxima.
Articulo por el Dr. Diego Bernardini
(B) Lesiones del Tendón Rotuliano
Se define como tendinitis rotuliana a la inflamación del tendón del mismo nombre en cualquier parte de su recorrido (entre la rotula y la tibia).
Entre las causas más frecuentes de este tipo de lesiones se encuentran los golpes sobre el tendón, a la que se agrega el microtraumatismo a repetición sobre la rodilla (saltos dentro de un deporte, trote sobre superficies muy duras, y calzado deportivo sin la capacidad de absorber impactos adecuadamente) y a la mala capacidad elástica de la musculatura de muslo (cuádriceps)
Síntomas:
El síntoma más frecuente es dolor en cualquier parte del tendón, acompañado generalmente de inflamación y de algún grado de limitación al utilizar la articulación de la rodilla.
En general como en toda lesión de origen inflamatorio y que afecte a un tendón, el paciente deberá guardar reposo absoluto de todas aquella actividades físicas que involucren el segmento lesionado y deberá manejar la lesión utilizando el siguiente criterio:
Primera y segunda semana
Al reposo absoluto y la indicación de tratamiento de fisioterapia agregue:
Elongación de la musculatura del muslo, específicamente cuádriceps.
Elongue el resto de la musculatura de la extremidad inferior.
Ponga hielo en la zona del tendón por espacio de 10 minutos (3 a 4 veces diarias)
Tercera y cuarta semana
Comience a realizar trabajo contra resistencia de los músculos que no estén relacionados con el tendón rotuliano y agregue:
Contracciones isométricas de cuádriceps (sin originar dolor)
Entrene su capacidad aeróbica en la piscina o en equipos especialmente adaptados para dicho fin.
Comience a trabajar su cuádriceps con un poco de carga (sin originar dolor) y de inicio a entrenamiento en bicicleta estática sin carga y sin originar molestias.
Quinta semana:
Contrólese con su médico e inicie pequeños trotes.
Elongue el cuádriceps sin restricción y comience a realizar actividad física controlada por su profesor.
Solicite una evaluación muscular isokinética para conocer el estado de la musculatura del muslo y solo reintegrarse a su actividad deportiva habitual cuando no sienta ninguna molestia luego de entrenar dos semanas seguidas sin presentar el más mínimo problema.
Articulo por Marcelo Vargas
Kinesiólogo
(C) El cuidado de una articulación "mal diseñada"
¿Quién no se ha quejado en alguna ocasión de sufrir molestias en una de sus rodillas, o en ambas? Esta articulación nos permite andar, correr, saltar, agacharse, estar de cuclillas.., en definitiva, sometida a muchas tensiones y presiones, nos garantiza la posibilidad de desenvolvernos en un amplio arco de actividades que, todo hay que decirlo, se vería seriamente limitado si, por cualquier causa, sufriéramos en ella una desafortunada lesión.
Es más, parece que la rodilla no es del todo perfecta. Especialistas en biomecánica han afirmado en este sentido que su diseño natural no es el más adecuado para permitir al ser humano ejercitar movimientos del todo habituales. Dicen que se trata de una articulación con poco encaje entre sus superficies, las condilares del fémur y la meseta tibial, lo que, si bien le confiere una gran amplitud de movimientos, la hace muy vulnerable a las lesiones si éstas se producen de forma brusca. Entre sus protecciones, destacan los dos ligamentos cruzados (anterior y posterior) situados en el interior de la articulación, que fijan y sujetan entre sí la tibia y el fémur, e impiden desplazamientos excesivos y deslizamientos anormales.
El diseño de la rodilla resulta tan complejo que, en caso de lesión, el proceso de recuperación puede prolongarse durante varios meses y, en las circunstancias más graves, incluso se producen daños irreparables. ¡Cuántos deportistas han tenido que abandonar su carrera deportiva!.
Siguiendo con la radiografía de esta articulación, nos encontramos con que, además de los ligamentos internos, está recubierta por una cápsula reforzada por ligamentos (laterales) en su cara interna y externa. Y si vamos a la parte anterior de la rodilla, localizaremos la rótula, donde se inserta un potente músculo, el cuádriceps, de cuyo polo inferior parte el tendón rotuliano hasta la tibia. Al margen de esta explicación, ni que decir tiene que quienes hayan sufrido una lesión de ligamentos serán conscientes de su gravedad.
Llegado a este punto cabe realizar una mención especial de los meniscos, que, entre fémur y tibia, modelados para recibir y encajar los cóndilos femorales, cumplen la importante misión de distribuir la presión que soporta la rodilla sobre una zona más amplia, con lo que se reduce el riesgo de lesiones. Un movimiento brusco o forzar demasiado esta articulación puede tener, no obstante, consecuencias nefastas en este complejo engranaje, cuyas superficies articulares aparecen recubiertas por cartílago.
Las prácticas deportivas requieren mayor precaución
En el fútbol, ski, rugby... los meniscos y ligamentos soportan una mayor presión y el riesgo de sufrir una lesión aumenta, por lo que siempre conviene adoptar una serie de precauciones: practicar regularmente ejercicios que fortalezcan la musculatura de los muslos (especialmente el cuádriceps), realizar un buen calentamiento, aprender la técnica concreta de cada deporte (no vaya a lo loco), realizar unos ejercicios de relajamiento tras finalizar la sesión y, en casos de mayor riesgo, utilizar rodilleras, que siempre fijan y estabilizan más la rodilla.
Otra medida preventiva, especialmente cuando la práctica elegida es de riesgo, sería someterse a un reconocimiento médico específico para comprobar el alineamiento de las extremidades inferiores y, en especial, de las rodillas, ya que cualquier desviación -algo bastante frecuente-, agrava el riesgo de lesiones o de que, simplemente, después de la práctica deportiva, aparezcan dolores, molestias e hinchazones que, incluso, dificultan caminar.
Además, una alineación deficiente de unas rodillas sometidas a fuertes presiones y tensiones puede originar microlesiones en los cartílagos articulares y en el hueso, hasta el punto de degenerar, con el paso de los años, en una artrosis de la articulación.
El dolor afecta a jóvenes y mayores
El dolor de rodillas en personas mayores se debe, generalmente, a una artrosis o gonartrosis, pero también los jóvenes, incluso quienes no practican deporte alguno, están expuestos a molestias de diversa índole. Por ejemplo, el llamado síndrome fémoropatelar puede ser originado por muchas causas y es frecuente en adolescentes y mujeres jóvenes (menores de 35 años). Otros cuadros típicos que se aprecian en estas edades radican en lesiones del cartílago de la rótula o del fémur (condromalacia, osteocondritis disecante...), inestabilidad de la rótula, colocación deficiente de la misma (alta, baja, desviación externa o interna...), o pellizcamientos de la membrana sinovial. Estas lesiones se traducen en un dolor alrededor de la rótula que se agrava con el ejercicio físico, particularmente al bajar escaleras y pendientes, al estar agachados o al permanecer largos periodos de tiempo con las rodillas flexionadas (claudicación de butaca). Además, en ocasiones, puede parecer que la rodilla falla al correr o al andar, que sufre un hinchazón (en la mayoría de los casos, la exploración física no evidencia derrame articular), o que presenta crujidos articulares.
Como se ve, la causa-efecto de las lesiones puede ser bien distinta, de ahí que diagnosticar la afección lo antes posible resulta primordial para establecer el tratamiento más adecuado. Este puede incluir ejercicios isométricos para potenciar la musculatura (en especial, el cuádriceps), estiramientos, aplicación de calor antes del ejercicio y de frío después de la actividad, así como el uso de rodilleras o de ortesis de centraje rotuliano. En general, este tipo de tratamientos garantiza la cura de esta articulación, precisándose únicamente en ocasiones excepcionales una intervención quirúrgica.
Las afecciones en niños y adolescentes
La enfermedad de Osgood Schlatter es una tendinopatía de inserción que afecta a pacientes de entre 10 y 16 años. La lesión se produce en la zona de inserción del tendón rotuliano en la tuberosidad tibial; el tendón tira y arranca el periostio, membrana que recubre el hueso, rompiendo la cortical de éste. El dolor en este caso se manifiesta durante y después del ejercicio, agudizándose cuando se contrae el cuádriceps contra la resistencia (también es doloroso ante la presión).
Esta afección se cura de forma espontánea, aunque normalmente conviene tratarla en reposo (abandonar temporalmente la práctica deportiva) y con aplicaciones de calor hasta la desaparición de los síntomas. En los casos más dolorosos, se precisa la inmovilización total de la pierna durante un par de semanas.
Cómo tratar los dolores de rodilla
- Aunque no resulta aconsejable tratar las afecciones de esta articulación de un modo general, hay algunas medidas que siempre son beneficiosas.
- Cuando la rodilla duele, es por algo. Acuda a su médico para practicar una cuidadosa exploración física y radiológica.
- Si practica algún deporte, debería potenciar la musculatura de las extremidades inferiores, especialmente el cuádriceps. Esto es fundamental para prevenir lesiones.
- Antes de una actividad deportiva, conviene calentar y estirar los músculos y las articulaciones. Y para finalizar, realice unos ejercicios de relajación.
- Si sufre una lesión, deje la práctica deportiva hasta estar totalmente recuperado. Una vuelta anticipada puede provocar una recaída.
- Si han tenido que inmovilizarle la extremidad inferior, tenga en cuenta que un reposo prolongado debilita los músculos (puede haber una pérdida de volumen). - - Resulta entonces necesario hacer una rehabilitación para recuperar el tono y la fuerza muscular.
- La terapia alternante de calor y frío va bien para las lesiones articulares, y complementa otros tratamientos.
- La ingestión de analgésicos y antiinflamatorios puede aconsejarse en algunos casos, pero siempre por indicación médica. Nunca se automedique.
Articulo de la revista de la Salud.
Espero haberte ayudado. No ha quitarte el dolor pero a que tengas claro que pasa en la rodilla.
Hasta pronto.
Consulta a un doctor.
- Compartir respuesta
- Anónimo
ahora mismo