Ahold

Su filial estadounidense Foodservice había contabilizado ganancias inexistentes nada más y nada menos que por 500 millones de dólares durante los ejercicios 2001 y 2002. La firma admitió que exageró las ganancias operativas en más de u$s 500 millones, un 17% de las utilidades de 2001, por sobredimensionar ingresos relacionados con promociones hechas por la estadounidense Foodservice.
También anunció que encontró ciertas transacciones cuestionables en su filial argentina Disco.
Podría haber varios motivos que despertaran sospecha en los estados contables de Disco. El principal se refiere al momento en que Ahold se hizo cargo del 100% de la operación local a principios de 2002. Según Pieter Lakerman, presidente de la holandesa Fundación para la Investigación de Empresas, Van der Hoeven comunicó con retraso que su empresa asumía la responsabilidad del pago de u$s 492 millones en préstamos que Velox, dueño del 44% de la cadena, no podía solventar. Ahold publicó que asumía ese monto el 17 de julio, pero Van der Hoeven manejaba ese dato desde el 28 de junio, según acusa. Además, el valor de los préstamos que Ahold pagará en nombre del Velox sería de u$s 740 millones, y no u$s 492 millones declarados oportunamente.
Otros allegados repitieron con insistencia que la diferencia que busca Ahold está referida a bonificaciones dadas a los proveedores, que no fueron debidamente asentadas. También se llegó a mencionar la posibilidad de que la cúpula de la compañía hubiera incurrido en un manejo impropio de la caja, utilizando el efectivo en su propio beneficio, a través de una mesa de dinero. Aunque todas las versiones fueron negadas por Disco, esta última fue considerada "absolutamente disparatada" por los voceros locales.