El primer paso es dirigirse a la entidad bancaria que otorgó el préstamo y realizar la solicitud e intentar negociarlo.
Previsiblemente, los préstamos personales en los que figuran varios titulares (hay que leer detalladamente el contrato de préstamo), responden todos ellos del total de la deuda, por lo que previsiblemente la entidad denegará la solicitud.
La solución práctica, aunque costosa es suscribir un nuevo préstamo con otra entidad y destinar su importe a la cancelación del anterior préstamo, pero deberá pagar los gastos de creación del nuevo préstamo y la posible penalización, si existe, por la cancelación anticipada del antiguo.