Agente inmobiliario

La parte comercial es sólo una parte de un buen agente de la propiedad inmobiliaria. Tenemos fama de ser vendedores y de encarecer un producto sin aportar ningún valor añadido. En realidad, un buen agente se dedica a la intermediación inmobiliaria, es decir mediar entre un comprador y un vendedor para que ambos obtengan las mejores condiciones y, muy importante, estén a salvo de problemas legales y fiscales. Un particular no vende un piso todos los días ni lo compra y, para un profano, existen muchos problemas desconocidos que pueden hacer de una operación de compra-venta de inmuebles una seria pesadilla. El agente de la propiedad debe de aportar sus conocimientos para que la operación se realice sin complicaciones y con la total satisfacción por ambas partes. Y por ello cobra su comisión. Debes de estar muy al tanto de leyes, de tasaciones, de cuestiones fiscales y de créditos hipotecarios para aconsejar en todo momento lo mejor para tus clientes, tanto al vendedor como al comprador. Hoy en día, al estar el mercado desregulado hay demasiado intrusismo y gente buscando dinero fácil lo que hace que te miren con mucha desconfianza. Incluso hay mucha gente que no quiere saber nada de inmobiliarias. Lo primero que tendrás que hacer es ganarte una reputación de honestidad y de seriedad. Si lo consigues, tendrás un buen mercado y una continuidad en el mismo. Si no lo consigues, simplemente desaparecerás como desaparecen muchas inmobiliarias, en cuanto las cosas se pongan feas en una zona determinada. Como resumen, buena aptitud comercial, conocimiento de leyes y regulaciones fiscales lo que exige un esfuerzo continuado pues hay disposiciones muy cambiantes y honestidad. En cuanto a lo que se puede ganar ¿qué quieres que te diga? Sé que hay quien cobra 12.000 euros por operación (o incluso más). Yo, personalmente, suelo cobrar 3.000 euros y, a veces, 2.000 que incluyen visitas a los inmuebles, teléfonos, redacción de contratos, gestión de hipotecas, pago de local, impuestos, etc. Si cobras comisiones justas obtienes los mismos beneficios que cualquier otro negocio. A cambio, te puedo decir que hay mucha gente que acude a ti, tanto para vender como para comprar, porque saben que das un buen servicio y cobras comisiones justas. En general pienso que el tiempo del enriquecimiento fácil y rápido ha terminado (por suerte). Poco a poco, vamos quedando los auténticos profesionales. Si te sirve de algo, hace tiempo tenía un buen trabajo y ganaba bastante. Decidí montar este negocio porque me cansé de trabajar para los demás en un mercado profesional que ya no agradece ni valora la experiencia ni la profesionalidad. Los comienzos fueron duros; pero, poco a poco me voy haciendo un sitio basándome en las premisas que te he dicho anteriormente. Estoy contento de la decisión que he tomado.