Dice usted que: "ya no es necesario".
Pues no. Nunca ha sido necesario. Esto no es nuevo.
Bueno, vamos a su caso.
El testamento es muy conveniente, más que nada porque agiliza, facilita y abarata las gestiones a realizar tras el fallecimiento.
Si no hay testamento hay que hacer declaración de herederos ante notario, todos los posibles herederos.
Con testamento, se ahorran eso, y solo cuesta unos 40 euros.
Por otro lado, depende mucho de lo que se supone que van a heredar el día de mañana.
No es lo mismo que solo haya un piso o un saldo en una cuenta del banco, que sería a repartir a partes iguales entre los hijos, o que haya varios pisos, que podrían adjudicarse a los hijos en el testamento, según su conveniencia, y en este caso, no sabe la de dinero y problemas y malos ratos que se ahorrarían el día de mañana.
Bueno, me he extendido un poco, pero en resumen, si no hace testamento, heredan todo a partes iguales los hijos.
Si hay testamento, puede repartir un poco a su gusto, ya dependiendo de lo que sea el patrimonio.