Desde que junté a mis perros... Un infierno
Veréis, tengo tres perros, dos machos y una hembra. Primero llegó uno de los machos. Pequeñito, lo eduqué (entonces vivíamos en casa de mis padres), y hacía sus necesidades en el patio. Después llegó la hembra. Pequeñita, la eduqué (seguíamos viviendo en casa de mis padres), y hacía sus necesidades en el patio.
Me casé y se quedaron en casa de mis padres. Intenté llevarme al macho, pero yo veía que estaba muy arraigado en la casa de mi madre, y me desesperaba (cuando me lo llevaba a la mía) verlo tumbado en la puerta de entrada (esperando irse a "su casa") así que lo dejé con mi madre. Yo los quería muchísimo y de repente me encontré sola sin perros. Entonces llegó el tercero. Pequeñito, se lo encontró mi marido por la carretera, abandonado, estaba muy asustado, muy flaco, y me lo llevó a casa. Claro, me daba mucha penita y quizás no he sido tan severa con él como con los otros dos. El caso es que estaba "sólo medio educado", cuando mi padre murió y me trasladé unos meses a casa de mi madre, y él conmigo, claro, y ahí es cuando empezaron los problemas, cuando se juntaron los tres. Los dos machos, el grande y el pequeño, se empezaron a hacer pipí en las cortinas, en las patas de las sillas... Donde se les venía en gana. El pequeño se podía achacar a que todavía era pequeño pero ¿y el abuelo como yo lo llamo? Él estaba perfectamente educado y era muy obediente hasta que llegó el enano. Alguien me dijo que al ser los dos machos, pues eso, hacen su territorio. Bueno, después de un par de meses volví a mi casa, y me llevé conmigo a los tres, y ahí ya es donde se convirtió en un infierno total. Se hacen pipí donde les da la gana, cortinas, suelo, en la cocina... Hasta en la cama se me han meado más de una vez. Les he pegado, les he castigado, he hecho de todo y no consigo que dejen de hacerlo. Toi desesperá porque les adoro, pero estoy trabajando, paso casi todo el día fuera de casa (ellos en el garaje mientras tanto, claro)y el fin de semana que es cuando puedo pasar más tiempo con ellos, me tienen todo el rato enfadadísima con ellos más que otra cosa. No doy a basto a limpiar la casa. ¿Habría por favor algún método para educarles? ¿O es superior a sus fuerzas y al ser machos es inevitable que lo hagan cuando tienen oportunidad? Ah, se me olvidaba, los dos están capados.
Agradezco de antemano vuestra atención y perdonad que me haya extendido tanto.
Me casé y se quedaron en casa de mis padres. Intenté llevarme al macho, pero yo veía que estaba muy arraigado en la casa de mi madre, y me desesperaba (cuando me lo llevaba a la mía) verlo tumbado en la puerta de entrada (esperando irse a "su casa") así que lo dejé con mi madre. Yo los quería muchísimo y de repente me encontré sola sin perros. Entonces llegó el tercero. Pequeñito, se lo encontró mi marido por la carretera, abandonado, estaba muy asustado, muy flaco, y me lo llevó a casa. Claro, me daba mucha penita y quizás no he sido tan severa con él como con los otros dos. El caso es que estaba "sólo medio educado", cuando mi padre murió y me trasladé unos meses a casa de mi madre, y él conmigo, claro, y ahí es cuando empezaron los problemas, cuando se juntaron los tres. Los dos machos, el grande y el pequeño, se empezaron a hacer pipí en las cortinas, en las patas de las sillas... Donde se les venía en gana. El pequeño se podía achacar a que todavía era pequeño pero ¿y el abuelo como yo lo llamo? Él estaba perfectamente educado y era muy obediente hasta que llegó el enano. Alguien me dijo que al ser los dos machos, pues eso, hacen su territorio. Bueno, después de un par de meses volví a mi casa, y me llevé conmigo a los tres, y ahí ya es donde se convirtió en un infierno total. Se hacen pipí donde les da la gana, cortinas, suelo, en la cocina... Hasta en la cama se me han meado más de una vez. Les he pegado, les he castigado, he hecho de todo y no consigo que dejen de hacerlo. Toi desesperá porque les adoro, pero estoy trabajando, paso casi todo el día fuera de casa (ellos en el garaje mientras tanto, claro)y el fin de semana que es cuando puedo pasar más tiempo con ellos, me tienen todo el rato enfadadísima con ellos más que otra cosa. No doy a basto a limpiar la casa. ¿Habría por favor algún método para educarles? ¿O es superior a sus fuerzas y al ser machos es inevitable que lo hagan cuando tienen oportunidad? Ah, se me olvidaba, los dos están capados.
Agradezco de antemano vuestra atención y perdonad que me haya extendido tanto.
Respuesta de estherrc
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