Cambio de carácter repentino de un perro

Tengo un perro mestizo de tres años, es una mezcla de pastor alemán con siberiano, es muy regalón pero hace un año que su carácter ha ido cambiando, es decir de un momento a otro hace la desconocida con cualquier persona, incluso con los de la familia, es decir nos gruñe o se tira encima. Da miedo, ya que uno no sabe como va ha responder. ¿Cómo podría tratarlo? Ya que están lindo y expresivo de cara. Cuando comete este tipo de error queda un día completo castigado, es decir ningún miembro de la familia interactúa con el y el entiende, al igual cuando se dice NO, al momento que comete el "ataque"

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Vaya, parece ser que según ha ido creciendo ha ido desarrollando un carácter de mando.
Yo conocía una perra así, y la solución que nos dieron fue cruzarla. Efectivamente, la cruzamos y se quedó más suave que un guante. Pero claro, lo tuyo es un macho, ¿no? ¿Lo has cruzado? Es que me parece raro que se porte así, porque según la información que me has dado, empezó a cambiar alrededor de los 2 años. Bueno, eso coincide en el paso de adolescencia a adulto.
Bien, el problema que veo es que es un perro mandón. Se quiere hacer con el mando, por decirlo de algún modo quiere ser "el jefe de la manada".
Esto ocurre mucho con perros mimados, aunque también con los que no están mimados (es más raro, ¿pero también se da). Lo habéis mimado vosotros? Al mimar a un perro, se toma más libertades, y por tanto, la mayoría prueban a ver qué pasa.
Me gusta cómo habéis reaccionado. Lo atáis y le ignoráis. Eso está muy bien, porque así el perro sabe que lo que hace sólo le lleva a ser castigado, porque vosotros seguís siendo los jefes, él está por debajo de vosotros.
Sin embargo, cuando el perro ataque a quien sea, procurad que sea esa persona la que le regañe y le castigue, porque sino el perro aprende que con esa persona puede mandar, pero no mientras estéis vosotros delante porque lo castigáis. Yo sé que es difícil, porque no todo el mundo tiene trato con perros, y no todo el mundo se atreve a castigar a un perro que no es suyo.
Podéis empezar poniéndole bozal cuando llegue gente a casa, o cuando lo saquéis, así si ataca no pasará "nada". Según se vaya portando bien ídselo quitando. Pero no lo atéis ni lo encerréis cuando haya visitas, porque debe interactuar con la gente para aprender que él está por debajo. Es decir, que si no se porta mal, no lo apartéis de primeras. Si se porta mal sí, haced lo que hacéis que está perfecto.
Si veis que va a más, podéis ir a un adiestrador, aunque sé que son caros, pero él os dará las pautas para reaccionar en cada caso. Además lo bueno que tienen es que os ven actuar con vuestro perro, ven el entorno en que vive, y pueden dirigiros más el tratamiento. Yo aquí sólo pedo daros unas vagas directrices.
Quizá castrándolo se arregle. Y digo quizá porque hay perros que lo hacen por hormonas, y hay perros que lo hacen por carácter, sobretodo si están mimados.
No os he preguntado qué tal se lleva con otros perros, supongo que se peleará. Entonces llevadlo atado hasta que aprenda la orden "Ven aquí" y venga aún cuando haya un perro cerca. Y cuando os obedezca en lugar de ir a pelearse, dadle un premio: una caricia, una golosina,...
Otro tema importante es las acciones básicas que le hacen al perro creerse que es el rey. Os voy a decir lo más típico y qué hacer en cada caso:
- El perro se sube encima de la gente para saludarla. Eso que creemos que es un saludo, en realidad es una acción que indica que él manda porque está encima. Hay que impedir que lo haga. Si no atiende a la orden de NO, entonces evitar que lo haga atándole cuando la gente entra en casa, sujetándole o como queráis vosotros, pero debe ver que no se puede subir.
- Darle comida de la mesa. Él la pide y nosotros se lo damos. Otro error, porque el perro aprende que cuando él la pida, se le da, sea cuando sea. Así que no le deis nada, únicamente cuando os levateis de la mesa porque habéis acabado, debe aprender que come después que nosotros porque nosotros mandamos.
- No debe subirse a camas, ni a sillones, etc. Sólo en su camita o alfombra. Debe estar en su sitio o en el suelo, y no a nuestra altura, porque así entiende que está, una vez más, por debajo de nosotros.
- ¿Monta algo? Un cojín, a la gente... Es otro signo de que él manda, porque está encima. No hay que dejarle, ni con personas ni con otros perros.
- No cruzarlo, porque entonces se volverá más dominante.
- No debéis tenerle miedo a vuestro perro, porque cómo sabéis, lo huelen.
Y nada más, seguirle castigando cada vez que haga algo así. Debéis ser insistentes, pues si una sola vez no lo hacéis, entonces reforzará su carácter dominante.
Podéis probar unos días y me contáis qué tal va. Espero haberos ayudado. Si queréis algo más, aquí estoy.
1 saludo

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