Machos en discordia

Hola, necesito que alguien me ayude porque la situación que tengo con mis dos perros es insoportable y más ahora que tengo un niño, me explico.
Tengo un chiguagua que junte hace unos años y me quede con un cachorro de la camada macho, desde que el hijo era pequeño le gruñe cada dos por tres si se le acerca, es muy gruñón pero el problema vino cuando el hijo creció, porque ya no se lo permite y cuando el padre le gruñe el otro se le tira a morder y menudas peleas tienen, y como el hijo es más grande pues el padre sale siempre perdiendo.
El hijo se ha vuelto muy muy agresivo con su padre en esas peleas y cada vez es peor, aunque a ratos también juegan pero me da miedo que le termine haciendo daño de verdad...
No le deja acercarse a nosotros no le podemos decir nada ni acariciar, le tiene castigado en la cocina sin salir porque se le tira, es más aunque es muy cariñoso con las personas, no lo es con otros perros y últimamente en el momento de la pelea o cuando ve que nos acercamos al padre para evitar que le haga daño no conoce a nadie y se llega a enreviscar, mi pareja no quiere deshacerse de el ni yo del padre, tampoco queremos castrarlos no creo que sea la solución, sólo quiero saber si hay alguna forma de quitarle esa agresividad o celos porque no se muy bien que es, si existe algún modo de educarle, y también para que el padre deje de gruñirle y picarle... Epero que me puedas ayudar porque les tenemos mucho cariño a los dos pero ya nos da miedo tanto por ellos mismos como porque mi niño algún día y sin querer se vea en medio de una pelea y le hagan dañol.
Espero pronto tu respuesta y gracias de antemano.

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La agresividad entre perros tiene tres causas fundamentales: la territorialidad -lo que no cabe en este caso, porque ambos comparten territorio-, el miedo -lo que podemos descartar- y la dominancia. Cuando el pequeño se ha hecho mayor, lo que está haciendo es poner en duda el liderazgo del hasta entonces líder, su padre. Él quiere convertirse en "superior" de su padre y parece ser que lo ha conseguido. Bien, esto implica un reajuste en su escalafón y en la manada sin mayor trascendencia.
El problema real es que el joven no debe ser el líder: lo debéis ser vosotros. El joven puede ser el alfa, pero vosotros debéis ser el superalfa. Esto significa que en vuestra familia, la jerarquía debería ser: uno de vosotros/otro de vosotros/vuestro hijo/el perro joven/el padre, en ese orden. No os metáis en su disputa, porque es algo genético y que ellos comprenden muy bien. Simplemente, una vez que se ha impuesto, tratadle como superior del otro: dadle de comer antes que al otro, acariciadle o dirigíos a él antes que al otro, etc. Es decir, reconoced su nueva posición.
Pero simultáneamente, enseñadle SU posición, por debajo de vosotros. Esto implica un cambio en el comportamiento diario y multitud de pequeños pequeños detalles pero que ellos interpretan muy bien:
- Los perros no comen hasta que terminéis vosotros de hacerlo. Comed siempre delante de ellos e ignorad sus peticiones o quejas (ignorar es pasar de ellos, no regañarles: si les regañáis, es que no les estáis ignorando)
- Si el perro está tumbado, no le rodeéis: pasad por encima. Si está educado, haced que se tumbe y poneos encima de él, dejando al perro tumbado entre vuestros pies. Obligadle a que se quede ahí hasta que decidáis.
- Si vais juntos por la casa, vosotros pasáis antes por las puertas. Si se os adelanta, le reñís, le sacáis y le obligáis a quedarse fuera hasta que paséis vosotros.
- Jamás os dirijáis a él. Llamadle y que sea él el que venga.
- Ni le saludéis ni os despidáis de ellos al iros o entrar en casa, hacedlo pasado un rato y cuando el perro esté a otra cosa (obligadle a venir a vosotros).
- Jugad cuando vosotros queráis, no cuando ellos lo pidan. Terminad el juego cuando el animal esté disfrutando, no cuando ya se haya cansado o aburrido. Esto es muy beneficioso. Primero, porque le mantiene la expectativa, y luego, porque refuerza vuestro papel.
- Cuando juguéis con un objeto, al final de cada "ronda" os quedáis siempre con él.
- Cuando quiera algún juguete pero no sea momento o lugar para juegos, no se lo escondáis. Dejádselo a la vista e incluso a su alcance, pero no se lo dejéis coger: si se acerca al juguete, le reñís fuerte.
Estas son algunas normas básicas de funcionamiento. Es una posición en la que debéis encontrar el equilibrio (siempre que hablo de vosotros me refiero a los tres humanos)entre el reconocimiento a su supremacía sobre su padre pero su inferioridad ante vosotros. Es un perro dominante, por lo que habrá que ser duros con él (que no os engañe su tamaño ni os acompleje: si hay que gritarle, pues se le grita y punto). Y es muy importante que penséis en esta situación como un todo, no como un conjunto de detales.
Si queréis, me vais diciendo cómo va el tema, ¿OK?

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