¿Debería dar el primer paso para iniciar una relación con un hombre por el que me siento atraída?
Hola, tengo 30 años y desde hace ya meses atrás me percaté que un muchacho pasaba continuamente por el pasillo que colinda con la ventana de mi oficina. Sentía la mirada y volteaba. Al principio me pregunté donde lo había visto, después comenzó a gustarme y hubo semanas en las que no lo veía y lo extrañaba.
Decidí hablarle y nos conocimos (para ser sincera, como niños de secundaria fue como nos conocimos... Tuvimos un celestino). Ese mismo día salimos a tomar un café y en mi punto de vista, me mostró interés en mí. Los días siguientes yo me comporté como niña y a el me lo encontraba en todos lados. Un día subí a su oficina y en un comentario por otra niñería me insinúo que me comportaba como niña y no como mujer. Salimos de su oficina y minutos después yo lo besé; el sabía a que me había acercado yo y me correspondió hasta con una inmensa sonrisa. Por 2 días no supe de el y luego vía e-mail, digamos que muy decentemente me puso un límite, diciendo que aún no se definía la relación que había terminado 2 meses atrás. Sabiendo esto y lo que me había dicho y regresando a mis cabales, decidí aclarar con el el punto del beso y tomar mi distancia (esto lo hice con toda naturalidad, le ofrecí mi amistad ... Y recuerdo su comentario de estar encantado de conocer mis impulsos).
Durante algunos días no supe de el. Un día salía yo de la oficina y cuando volteé me estaba esperando en la puerta del pasillo, me saludo platicamos de cosas sin importancia, y se fue. Ese mismo día en la tarde volvió, me saludo y me hizo la seña de que le abriera la puerta; salí me observó completamente mientras hablamos de más cosas sin importancia. Esto ha pasado en algunas ocasiones. Sin embargo, antes pasaba acompañado y se volteaba a otros lados como si no me conociera. Ahora hasta acompañado me saluda y pasa muy, pero muy sonriente.
Yo acepto que me siento como una enferma, últimamente me cuesta trabajo mantener una conversación con él. Me despierta una serie de sensaciones increíbles, lo observo a los ojos, sus labios y quiero estar con él. Sin embargo, realmente me siento una niña a su lado; el tan recto, tan formal... Se que el ya tiene colmillo en esto y yo no. Además, yo no soy muy experimentada en determinados aspectos, como los sexuales.
Se que me observa, y siempre que me ve surge una gran sonrisa en su rostro. Si me encuentra 3 veces en el día, las 3 veces me saluda con un beso bien puesto en mi mejilla, la despedida igual. Me tiene muy confundida, ya no sé si realmente quiere algo conmigo y le gusto, o no. O si está esperando a que yo haga algo.
Decidí hablarle y nos conocimos (para ser sincera, como niños de secundaria fue como nos conocimos... Tuvimos un celestino). Ese mismo día salimos a tomar un café y en mi punto de vista, me mostró interés en mí. Los días siguientes yo me comporté como niña y a el me lo encontraba en todos lados. Un día subí a su oficina y en un comentario por otra niñería me insinúo que me comportaba como niña y no como mujer. Salimos de su oficina y minutos después yo lo besé; el sabía a que me había acercado yo y me correspondió hasta con una inmensa sonrisa. Por 2 días no supe de el y luego vía e-mail, digamos que muy decentemente me puso un límite, diciendo que aún no se definía la relación que había terminado 2 meses atrás. Sabiendo esto y lo que me había dicho y regresando a mis cabales, decidí aclarar con el el punto del beso y tomar mi distancia (esto lo hice con toda naturalidad, le ofrecí mi amistad ... Y recuerdo su comentario de estar encantado de conocer mis impulsos).
Durante algunos días no supe de el. Un día salía yo de la oficina y cuando volteé me estaba esperando en la puerta del pasillo, me saludo platicamos de cosas sin importancia, y se fue. Ese mismo día en la tarde volvió, me saludo y me hizo la seña de que le abriera la puerta; salí me observó completamente mientras hablamos de más cosas sin importancia. Esto ha pasado en algunas ocasiones. Sin embargo, antes pasaba acompañado y se volteaba a otros lados como si no me conociera. Ahora hasta acompañado me saluda y pasa muy, pero muy sonriente.
Yo acepto que me siento como una enferma, últimamente me cuesta trabajo mantener una conversación con él. Me despierta una serie de sensaciones increíbles, lo observo a los ojos, sus labios y quiero estar con él. Sin embargo, realmente me siento una niña a su lado; el tan recto, tan formal... Se que el ya tiene colmillo en esto y yo no. Además, yo no soy muy experimentada en determinados aspectos, como los sexuales.
Se que me observa, y siempre que me ve surge una gran sonrisa en su rostro. Si me encuentra 3 veces en el día, las 3 veces me saluda con un beso bien puesto en mi mejilla, la despedida igual. Me tiene muy confundida, ya no sé si realmente quiere algo conmigo y le gusto, o no. O si está esperando a que yo haga algo.