Ayúdenme, yo me hice un aborto Parte 4
Sus consejos son de mucha ayuda y les agradezco que se tomen el tiempo. Aquí va la 4ta y ultima parte.
Finalmente, el 15 de septiembre pasado aborté. Se me hace muy difícil decirlo, pero eso fue lo que hice. Tuve dudas hasta el ultimo minuto, pero lo hice. Esa mañana mi esposo me había advertido por teléfono que si lo hacia, me olvidara de el y me colgó el teléfono. Luego de salir de la clínica que, no regresé al apartamento donde vivía con mi esposo pues el me había advertido que no quería saber de mi, así que me fui con mi hermana a su casa. Al día siguiente fui a buscar a mi esposo. Naturalmente como el estaba en contra de que abortara, me trató como la peor de las mujeres. Me hizo sentir como si me fuera a ir al infierno por haber hecho lo que hice. Me dijo que no quería saber nada de mi. Esa tarde me sentí horriblemente mal. Me arrepentí de haber abortado. Me sentí muy sola y demasiado triste. Tenia miedo de que Dios me estuviera castigando. A partir de ese día no pare de llorar. Estuve pidiéndole perdón a Dios, pidiéndole perdón a mi esposo y llorándole y rogándole para que me diera una oportunidad. Fui a la Iglesia, me confesé con un Padre, fui al cementerio donde están enterrados mis padres y les pedí perdón por haberlos defraudado. Comencé a ir a la Iglesia todos los días. Cada vez que iba lloraba y le imploraba a Dios que me perdonara y que me diera la oportunidad de rehacer mi vida con mi esposo. Sentía que Dios me había dado la oportunidad de ser feliz junto a mi esposo y el bebe y que yo había tirado esa oportunidad a la basura. Me sentía muy egoísta. Me sentía que había antepuesto mis intereses personales cuando el factor decisivo debió haber sido el amor y la vida. Me deprimí muchísimo. Lo único que hacia era pedirle perdón a mi esposo y rogarle que me perdonara y me diera una oportunidad. Le escribí cartas, emails, le enviaba mensajes de texto con citas bíblicas para darle consuelo, llame a una de sus hermanas en Ecuador para pedirle perdón a su familia. Iba al apartamento a rogarle que me perdonara. Le hice postales y cartas. Le escribí una carta al bebe pidiéndole perdón y le deje una copia a mi esposo. Me puse en contacto con el Padre que nos había casado a quien no había vuelto a ver después de casarme. Le conté toda la historia y le pedí su ayuda. Mi esposo me rechazó rotundamente. Me reclamaba que yo había matado al bebé. Le echaba la culpa a mis hermanas. No perdió oportunidad para hacerme sentir culpable. En Facebook puso mensajes de odio sobre el aborto. Hasta publicó en Facebook fotos del sonograma del bebe. El rechazo de mi esposo ha sido tan fuerte que creí que debía resignarme a la idea de que era el fin del matrimonio. Decidí que ya no le iba a rogar ni a suplicar más. Que si lo que hice estuvo mal, nadie es quien para juzgarme y condenarme. Solo Dios puede hacerlo.
Di un primer paso y los borre de mi lisa de amigos en Facebook. No quería exponerme más a sus mensajes de odio ni quería ver las fotos del sonograma que el puso en Facebook. Esa noche me llamo y me cuestiono que porque lo había eliminado. Le dije que quería superar todo lo ocurrido y que quería olvidar y sanar mi corazón. El domingo pasado nos vimos. Me dijo que me perdonaba y que quería que volver conmigo. Me dijo que todas las cosas que me dijo no me las había dicho de corazón, sino por el coraje que tenia. Me dijo que cuando me veía llorando en el suelo, que quería llorar conmigo pero no lo hizo porque no quería mostrarse débil ante mi. ¿Qué hago? ¿Debo volver con el? Yo le rogue tanto y tanto a Dios de que me diera una nueva oportunidad con el, pero ahora no se si eso realmente sea lo mejor. Yo siento que lo quiero, pero tengo miedo de que las cosas no funcionen y nos hagamos más daño. ¿Qué opinan?
Finalmente, el 15 de septiembre pasado aborté. Se me hace muy difícil decirlo, pero eso fue lo que hice. Tuve dudas hasta el ultimo minuto, pero lo hice. Esa mañana mi esposo me había advertido por teléfono que si lo hacia, me olvidara de el y me colgó el teléfono. Luego de salir de la clínica que, no regresé al apartamento donde vivía con mi esposo pues el me había advertido que no quería saber de mi, así que me fui con mi hermana a su casa. Al día siguiente fui a buscar a mi esposo. Naturalmente como el estaba en contra de que abortara, me trató como la peor de las mujeres. Me hizo sentir como si me fuera a ir al infierno por haber hecho lo que hice. Me dijo que no quería saber nada de mi. Esa tarde me sentí horriblemente mal. Me arrepentí de haber abortado. Me sentí muy sola y demasiado triste. Tenia miedo de que Dios me estuviera castigando. A partir de ese día no pare de llorar. Estuve pidiéndole perdón a Dios, pidiéndole perdón a mi esposo y llorándole y rogándole para que me diera una oportunidad. Fui a la Iglesia, me confesé con un Padre, fui al cementerio donde están enterrados mis padres y les pedí perdón por haberlos defraudado. Comencé a ir a la Iglesia todos los días. Cada vez que iba lloraba y le imploraba a Dios que me perdonara y que me diera la oportunidad de rehacer mi vida con mi esposo. Sentía que Dios me había dado la oportunidad de ser feliz junto a mi esposo y el bebe y que yo había tirado esa oportunidad a la basura. Me sentía muy egoísta. Me sentía que había antepuesto mis intereses personales cuando el factor decisivo debió haber sido el amor y la vida. Me deprimí muchísimo. Lo único que hacia era pedirle perdón a mi esposo y rogarle que me perdonara y me diera una oportunidad. Le escribí cartas, emails, le enviaba mensajes de texto con citas bíblicas para darle consuelo, llame a una de sus hermanas en Ecuador para pedirle perdón a su familia. Iba al apartamento a rogarle que me perdonara. Le hice postales y cartas. Le escribí una carta al bebe pidiéndole perdón y le deje una copia a mi esposo. Me puse en contacto con el Padre que nos había casado a quien no había vuelto a ver después de casarme. Le conté toda la historia y le pedí su ayuda. Mi esposo me rechazó rotundamente. Me reclamaba que yo había matado al bebé. Le echaba la culpa a mis hermanas. No perdió oportunidad para hacerme sentir culpable. En Facebook puso mensajes de odio sobre el aborto. Hasta publicó en Facebook fotos del sonograma del bebe. El rechazo de mi esposo ha sido tan fuerte que creí que debía resignarme a la idea de que era el fin del matrimonio. Decidí que ya no le iba a rogar ni a suplicar más. Que si lo que hice estuvo mal, nadie es quien para juzgarme y condenarme. Solo Dios puede hacerlo.
Di un primer paso y los borre de mi lisa de amigos en Facebook. No quería exponerme más a sus mensajes de odio ni quería ver las fotos del sonograma que el puso en Facebook. Esa noche me llamo y me cuestiono que porque lo había eliminado. Le dije que quería superar todo lo ocurrido y que quería olvidar y sanar mi corazón. El domingo pasado nos vimos. Me dijo que me perdonaba y que quería que volver conmigo. Me dijo que todas las cosas que me dijo no me las había dicho de corazón, sino por el coraje que tenia. Me dijo que cuando me veía llorando en el suelo, que quería llorar conmigo pero no lo hizo porque no quería mostrarse débil ante mi. ¿Qué hago? ¿Debo volver con el? Yo le rogue tanto y tanto a Dios de que me diera una nueva oportunidad con el, pero ahora no se si eso realmente sea lo mejor. Yo siento que lo quiero, pero tengo miedo de que las cosas no funcionen y nos hagamos más daño. ¿Qué opinan?
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Respuesta de Cristina Salazar