Anónimo
Ha perdido el hábito del sueño
Tengo un hijo de nueve años, que hace aprox. 10 meses, tiene problemas para conciliar el sueño. Ha sido un niño muy rutinario y aunque no ha habido ninguna variación en nuestra vida familiar, académica y social, ahora se pone muy nervioso y tarda más de una hora en conseguir dormirse.
Hay que decir que el niño está muy vinculado a mi y me parece que lo que no quiere es despegarse e irse a dormir, quiere saber que hago a partir del momento que el se va a la cama.
Estamos muy preocupados su padre y yo, ya que nos hemos esforzado en que duerma bien, dándole mucha rutina. Ahora no sabemos como actuar, si castigándole o con otro método.
A él le razonamos lo importante y necesario que es dormir, parece que lo entiende, pero cuando llega el momento se pone excesivamente nervioso y no concilia el sueño. Espero vuestra ayuda. Mil gracias.
Hay que decir que el niño está muy vinculado a mi y me parece que lo que no quiere es despegarse e irse a dormir, quiere saber que hago a partir del momento que el se va a la cama.
Estamos muy preocupados su padre y yo, ya que nos hemos esforzado en que duerma bien, dándole mucha rutina. Ahora no sabemos como actuar, si castigándole o con otro método.
A él le razonamos lo importante y necesario que es dormir, parece que lo entiende, pero cuando llega el momento se pone excesivamente nervioso y no concilia el sueño. Espero vuestra ayuda. Mil gracias.
Respuesta de lluisen
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No es raro que los chicos a esta edad hagan pequeños cambios de hábitos. De toda manera ya es un poco mayor.
De castigarle, nada. Simplemente, de la misma manera que hemos de comer, hemos de dormir porque nuestra naturaleza es así. Puede ocurrir, porque dices que este cambio es reciente, que haya habido alguna dficultad a nivel adaptativo en el cole, o algún enfado con... ¡Vete a saber!
La cuestión es que no hay que magnificar el problema. Quizás proponiéndole una lectura o charla ya en la cama, o impidiendo que vea determinados contenidos televisivos antes de acostarse. También puede funcionar alejar la ingesta de la cena del hecho de ir a la cama, quedando un tiempo de charla o juego en medio.
Observad y, sobretodo, mucha calma.
De castigarle, nada. Simplemente, de la misma manera que hemos de comer, hemos de dormir porque nuestra naturaleza es así. Puede ocurrir, porque dices que este cambio es reciente, que haya habido alguna dficultad a nivel adaptativo en el cole, o algún enfado con... ¡Vete a saber!
La cuestión es que no hay que magnificar el problema. Quizás proponiéndole una lectura o charla ya en la cama, o impidiendo que vea determinados contenidos televisivos antes de acostarse. También puede funcionar alejar la ingesta de la cena del hecho de ir a la cama, quedando un tiempo de charla o juego en medio.
Observad y, sobretodo, mucha calma.