Cabe la posibilidad de que te haya realizado sexo oral, o
que tu pene haya podido entrar en contacto con su vagina o ano sin
preservativo, aunque las profesionales del sexo suelen ser muy escrupulosas con
su higiene y la de sus clientes, en ocasiones determinadas necesidades
económicas las llevan a acceder a realizar auténticos despropósitos que pueden
pasar factura a su salud y a la de sus clientes.
Si la sensación de quemazón perdura o se enrojece la zona,
lo mejor será que visites a tu médico y le cuentes lo sucedido. Podría ser
necesario realizar algún estudio de exudado para descartar o confirmar un
eventual contagio.
Cuando sucumbimos a trabajadores profesionales del sexo, la
recomendación es siempre y durante todo el proceso sexual (sea oral, anal o
vaginal) preservativo. Y no lo hacemos únicamente por el cliente, sino por
ellas o ellos que deben convivir con enfermedades mucho tiempo de producirse
contagio.