Hola soy jose, tengo una hija de 14 años con la que desde hace un tiempo el trato es insoportable, ha dejado de hablar, si me dirijo a ella solo recibo contestaciones fuera de tono o indiferencia. He tratado de hablar con ella por la buenas, pero nada no quiere saber nada, he llegado a castigarla y todo le da igual. Lo curioso es que siempre ha sido y es fuera de casa una chica educada y sociable. No sé que iniciativa tomar, no tengo ni ideas ya para afrontar el problema, agradezco alguna alternativa para solucionar en la medida de lo posible el problema aunque me lleve tiempo, es que ya no se cómo afrontarlo. Gracias
Lo primero que tienes que hacer es reestructurar los temas sobre los que puede haber discusión, de forma que reduzcas al máximolas posibilidades de enfrentamiento. Un adolescentes se podría pasar todo el día discutiendo, no se cansan mientras que al adulto le desgasta. Por ello en aquellas cosas que consideres que puedes pasar, rehuye el enfrentamiento: si no te gusta "las pintas que lleva", su cuarto está desordenado... aprende a mirar para otro lado. En aquellas otras cosas que no son negociables, mantente firme, pero sin llegar a gritarla o elevar el tono de voz, lo que ella percibe como que estás perdiendo los nervios (suelen atacar ante la flaqueza) Observa qué amistades tiene, los gustos, si cambia de estilo de vestir, de hábitos, de música que escucha... debes estar vigilante ante estas cosas porque te puede estar indicando que tu hija no va con la gente adecuada. No cedas en horarios o en la exigencia de traer notas buenas, a este respecto ahora más que nunca es importante que visites periódicamente al tutor para que te comente si la niña ha dejado los estudios de lado. Trátala como lo que es, una adolescente, una persona que se siente mayor pero sigue siendo una niña. Por ello debes ir exigiendo poco a poco responsabilidades: por ejemplo, hablar con ella y explicarla que entiendes que ahora quiera comprarse su propia ropa y tener dinero para ir al burger, etc, pero que a cambio necesitas ver en ella un comportamiento adecuado, y un respeto a las normas de convivencia. Dosifica el castigo (créeme, a un adolescente si le castigas por todas sus salidas de tono, estaría permanentemente castigado). Debes cuidar de que siempre que la amenaces con un castigo, se cumpla, y a ser posible al instante. No sé si usa internet, pero esto junto con el móvil suelen ser sus bienes más preciados. Un buen sistema a esta edad son los contratos de contingencias, es una fórmula que usamos en terapia por la que los chicos se comprometen a determinadas cosas (estudiar, colaborar en casa, recoger su cuarto, no desobedecer...) durante un periodo de tiempo, y por el cumplimiento de los objetivos, los padres les premian con algo pactado, o por el contrario les castigan retirándole algo que ellos quieran (se basa en el principio de Premack). Habla mucho con tu hija (ya sé que en determinadas fases te digo que hables con una pared), da igual, tu continua hablándola, preguntándole que tal el día, contándole cosas de tu día a día. Esta parte es la más difícil porque parece que hasta les molesta, pero en ellos se da la gran contradicción de querer apartarse y sentirse apartados, y esta segunda parte no debes dejar que la perciba. Para terminar, paciencia, mucha paciencia. La adolescencia es un periodo complicadísimo, también para ellos, que se sienten perdidos incluso con sus propios cambios corporales. Tienen que afrontar el mundo desde otra perspectiva en la que entran en juego las hormonas, la pertenencia al grupo, el desafío a los mayores, dscubrir que los padres no son perfectos... firmeza y cariño, es lo único que funciona Ten en cuenta que durante este periodo la mayoría de los chicos "odian" a sus padres y creen que cualquier padre es mejor que el que les ha tocado. No debes sentirte dolido por ello, porque no es algo que le pueda pasar sólo a tu hija, es universal, es la forma de crecer y prepararse para su autonomía personal. Espero que tengas mucha suerte, y no te desanimes, que esta edad se pasa. Almudena