Mi hijo no juega en el patio del recreo
Tengo un hijo de 3 años y 4 meses, es hijo único. En Enero traladamos nuestra residencia a otra provincia, por lo que mi hijo comenzó en Enero las clases en un colegio nuevo. El caso es que en clase me dice su tutora que está muy integrado, se relaciona con los otros niños, hace sus fichas, participa etc. Sin embargo en el recreo cuando salen al patio no quiere jugar con los otros niños y está todo el rato con su maestra .Después cuando vuelve a clase se lo pasa muy bien, de hecho cuando voy a recogerlo a la hora de comer sale muy contento.
Mi hijo es de carácter tranquilo y afable y es tímido con la gente que no conoce. Por no tener hermanos pasa mucho tiempo con adultos (los abuelos, padres, etc) y le encanta jugar con ellos y con nosotros. También juega con sus primos, tiene 2 de edad parecida. Sin embargo cuando en algún sitio hay muchos niños, se queda mirando y no quiere jugar.
Yo también he sido tímida de pequeña y he pensado que quizás lo que le pasa es que en las situaciones que tiene controladas o en las que hay alguien que lo dirija, se siente seguro y vence su timidez (por ejemplo en clase en el colegio). Pero cuando como por ejemplo en el patio del recreo nadie le organiza, no sabe bien lo que tiene que hacer, se siente inseguro y por eso no juega. Le he dicho a su maestra que pruebe a dirigir ella un juego, y haber si jugando ella mi hijo se anima.
Me gustaría que me aconsejara como tratar el tema, no se si es bueno preguntarle mucho si juega en el recreo, porque cuando lo hago me cuenta otra cosa. En fin, no se que hacer.
Mi hijo es de carácter tranquilo y afable y es tímido con la gente que no conoce. Por no tener hermanos pasa mucho tiempo con adultos (los abuelos, padres, etc) y le encanta jugar con ellos y con nosotros. También juega con sus primos, tiene 2 de edad parecida. Sin embargo cuando en algún sitio hay muchos niños, se queda mirando y no quiere jugar.
Yo también he sido tímida de pequeña y he pensado que quizás lo que le pasa es que en las situaciones que tiene controladas o en las que hay alguien que lo dirija, se siente seguro y vence su timidez (por ejemplo en clase en el colegio). Pero cuando como por ejemplo en el patio del recreo nadie le organiza, no sabe bien lo que tiene que hacer, se siente inseguro y por eso no juega. Le he dicho a su maestra que pruebe a dirigir ella un juego, y haber si jugando ella mi hijo se anima.
Me gustaría que me aconsejara como tratar el tema, no se si es bueno preguntarle mucho si juega en el recreo, porque cuando lo hago me cuenta otra cosa. En fin, no se que hacer.
Respuesta de Sonia Mesas
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Si sólo lleva en esta escuela desde enero es muy probable que tu hijo esté aún en periodo de adaptación. Y es muy normal. Para un niño de esta edad un cambio de residencia ya es un cambio muy importante, ya que ha pasado los primeros años de su vida, que son los más importantes para su desarrollo, en un lugar, que cambia repentinamente en un momento determinado. Es normal que el pequeño se sienta un poco descolocado, y cada uno lo expresa a su manera.
Me parece muy coherente lo que dices de que probablemente en las situaciones que él siente que están controladas se relacione bien, pero se sienta inseguro cuando se siente más sólo. Pero no creo que debas preocuparte si fuera de la escuela el chico sí que juega y si además la maestra (que le ve durante todo el día) te ha dicho que en el aula está bien. No obstante, aunque le veáis bien en clase y contento al salir, sí que creo que habría que ayudarle a jugar con los demás, porque es la manera que tienen los niños de relacionarse y de aprender, y sería mucho más beneficioso para él.
Para conseguirlo, me parece que ya has tomado una buena decisión de hablar con la maestra para que le de un empujoncito, y supongo que en este aspecto ella sabrá más que yo porque ve a los pequeños en el patio todos los días.
A mi se me ocurre que podría intentar crear situaciones en la que los niños tengan que colaborar (por ejemplo llenar un cubo grande de arena entre todos, pintar un mural para colgarlo en clase...), y siempre intentando que sean actividades que le interesen a tu pequeño para que no quede descolgado, y acompañándolo al principio hasta que se sienta cómodo.
Pero la clave me parece: entenderlo (que creo que ya lo haces bien), animarlo PERO SIN PRESIONAR, y sobretodo entender que cada uno tiene su tiempo (y que hay niños que por su carácter se sienten más seguros con los adultos, pero que con el tiempo van experimentando también la necesidad de compartir cosas con sus iguales).
En cuanto a si es bueno preguntarle y hablarle del tema, me parece que es darle más importancia de la que tiene y el chico puede sentirse aturdido. Si él está contento, jugará cuando esté preparado para hacerlo, cuando se sienta seguro. Si en unos meses sigue sin hacerlo, quizás habría que explorar un poco más... pero de momento mi consejo es que dejes que las cosas fluyan por su cauce natural.
Me parece muy coherente lo que dices de que probablemente en las situaciones que él siente que están controladas se relacione bien, pero se sienta inseguro cuando se siente más sólo. Pero no creo que debas preocuparte si fuera de la escuela el chico sí que juega y si además la maestra (que le ve durante todo el día) te ha dicho que en el aula está bien. No obstante, aunque le veáis bien en clase y contento al salir, sí que creo que habría que ayudarle a jugar con los demás, porque es la manera que tienen los niños de relacionarse y de aprender, y sería mucho más beneficioso para él.
Para conseguirlo, me parece que ya has tomado una buena decisión de hablar con la maestra para que le de un empujoncito, y supongo que en este aspecto ella sabrá más que yo porque ve a los pequeños en el patio todos los días.
A mi se me ocurre que podría intentar crear situaciones en la que los niños tengan que colaborar (por ejemplo llenar un cubo grande de arena entre todos, pintar un mural para colgarlo en clase...), y siempre intentando que sean actividades que le interesen a tu pequeño para que no quede descolgado, y acompañándolo al principio hasta que se sienta cómodo.
Pero la clave me parece: entenderlo (que creo que ya lo haces bien), animarlo PERO SIN PRESIONAR, y sobretodo entender que cada uno tiene su tiempo (y que hay niños que por su carácter se sienten más seguros con los adultos, pero que con el tiempo van experimentando también la necesidad de compartir cosas con sus iguales).
En cuanto a si es bueno preguntarle y hablarle del tema, me parece que es darle más importancia de la que tiene y el chico puede sentirse aturdido. Si él está contento, jugará cuando esté preparado para hacerlo, cuando se sienta seguro. Si en unos meses sigue sin hacerlo, quizás habría que explorar un poco más... pero de momento mi consejo es que dejes que las cosas fluyan por su cauce natural.
