Quisiera orientación psicológica para salvar la situación

Hola,llevo 7 años con mi marido divorciado con 2 hijos. A la mayor la conocí con 9 años y se portaba muy mal conmigo porque estaba manipulada por su madre. A los 12 fue a la psicóloga del cole y a raíz de ahí empezó a quererme y a portarse muy bien, a decir que su madre era la culpable de que se portase así conmigo. A los 13 años se vino a vivir con nosotros, ahora tiene casi 17, la relación con su madre es pésima. Gracias a mi ha sacado los estudios porque siempre he estado ayudándola.Cuando vivía con su madre hizo amistades que aun mantiene que son fumadores de porros y de mal vivir. Nos ha hecho mil y una trastada, comas etílicos, fumar porros, llegar tarde, robar, montar fiestas en casa... Algo que quiero pensar que lleva la edad. En casa solo tiene de obligación estudiar y lavar los platos y hay que rogarle para que lo haga y siempre los deja sucios. Es desastrada al contrario que yo y no es nada considerada. No te dice te ayudo tu descansa si me ve cansada, le cae algo al suelo y no lo recoge, acabo de limpiar a fondo la cocina y al rato ya me ha ensuciado todo, le quitamos el móvil y se pasa las horas en el ordenador diciendo que tiene trabajos. Su padre ya no sabe que decirle, encima no le contesta bien. Ella dice que va a su bola pero va molestando. Ha suspendido 5 este trimestre por vaga y viva la fiesta y encima se cabrea porque yo ya cansada le dije que yo vagos en casa no mantenía que si noquería estudiar que a trabajar. Yo mantengo todo porque mi marido no trabaja. No es considerada de apagar la luz y tiene 4 luces encendidas en su habitación, si mi marido le dice algo dice que se va a quedar ciega si apaga la luz mientras está en el ordenador. Nosotros tenemos una hija en común de 2 años. Ha llegado un punto que no tengo ganas ni de llegar a casa. Pienso muchas veces en irme a casa de mis padres y eso que la casa es mía. No soporto llegar a casa y verla tirada en la cama con el fijo hablando una hora y sin estudiar. Llega del instituto y se pone a ver la tele una hora y luego hace hora y media de siesta. No quiero sentirme así, me gustaría que no me afectara su actitud, me gustaría pasar de ella y no estar pensando si hace esto o lo otro. Yo se lo digo a mi marido pero el ya no sabe que hacer, ni que decirle. Yo ya estoy irritable y ya le estoy contestando mal a la niña que si va a fundir el teléfono, que porque gasta tanto aceite... La casa también es pequeña y estamos con mudarnos, tal vez eso ayude a sentirnos todos mejor. Me gustaría alguna pauta, algún consejo para sentirme yo bien con la situación, Porque igual yo no estoy enfocando bien las cosas. Hablar con ella ya lo he intentado y nada, no hace caso cuando le digo las cosas. También siento que está afectando mi relación de pareja y mi actitud con mi hija pequeña, por no decir a mi salud psicológica. Solo me gustaría que se portara bien, como toca. Yo me porto bien contigo, tu pórtate bien conmigo. Hoy han operado a mi hermano, llego a casa y ni una pregunta de como está. Perdón por el rollo pero estoy desesperada.

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Desde el Instituto Andaluz de Mediación sabemos por nuestra experiencia que uno de los conflictos familiares más frecuentes es el que se plantea entre los adolescentes y sus padres.

A veces, la intervención de un tercero neutral entre ambos bandos permite que los problemas se solucionen por medio del diálogo y no por la violencia.

Habrá que ser consciente que las causas de los conflictos o conductas inadecuadas son múltiples y, a veces, complejas pero otras pueden tratarse con resolución dialogada y formación para la adquisición de valores.

Un profesional de la mediación ayuda a las familias a solventar con mayor facilidad los conflictos que se originan en el ámbito familiar, y así establecer relaciones positivas donde las personas se sientan reconocidas y valoradas.

Por todo ello, desde el Instituto Andaluz de Mediación le recomendamos que acuda a un profesional de la mediación y le cuente su caso. A ver de que manera lo puede abordar.

La mediación favorecerá que usted, su marido y su hija, sintiéndose protagonistas, establezcan acuerdos donde se mejore la comunicación y la calidad de las relaciones y se acepte una educación integral, crucial en pleno proceso de construcción de la identidad de ella.

Gracias por el consejo pero esperaba algún tipo de consejo interior para mi, más que acudir a psicólogo o mediador pues eso ya se hizo en su día. La hija de mi marido no ve problema alguno, soy yo la que tengo que convivir con todas su dejadeces y su carácter.

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