Cerrar una sl

Para cerrar una SL tiene que mediar una causa para ello, que va desde la imposibilidad de cumplir el fin para la que se formó, a pérdidas que nos hagan reducir el patrimonio contable a menos de la mitad del capital social, pasando por un acuerdo de la junta general de accionistas por una mayoría igual a la necesaria para cambiar los estatutos y que decida disolver la S.L.
Los administradores deben convocar la junta general en un plazo de dos meses para que se adopte el acuerdo de disolución.
Tras este acuerdo se abre el periodo de liquidación, durante el mismo la sociedad conserva su personalidad jurídica.
Cesan los administradores que pasan a ser los liquidadores (salvo que los estatutos o la Junta digan otra cosa).
Estos liquidadores presentarán un informe completo sobre la liquidación y un proyecto de división entre los socios del activo resultante.
La cuota de liquidación de cada socio será proporcional a su participación de capital (salvo, como siempre, que los estatutos digan otra cosa).
Una vez hecha la división los liquidadores otorgarán escritura pública de extinción de la sociedad que se inscribirá en el registro mercantil.