Discriminación a minusválidos en un comercio
Hace unos días sufrí una discriminación como minusválida en un establecimiento de una importante franquicia. La cuestión es que me prohibieron entrar en un probador con mi madre, habiendo dicho por tres veces que necesitaba ayuda y que el familiar con el que iba me acompañaba por este motivo. Además de esto, yo llevaba una muleta, y por si ella no la hubiera visto se la mostré. Aún así, a mi madre le negaron el acceso al probador, diciéndome que son normas de la casa que no se permita entrar a dos personas en un mismo probador y que a ella la parecía que yo no necesitaba ayuda porque me vio caminar perfectamente (a pesar de la muleta). Fui al mostrador, pedí una hoja de reclamaciones, y después de dar innumerables explicaciones sobre mi discapacidad, al final me pidió disculpas. Acabé llorando de la rabia, la humillación y la vergüenza y me marché sin poner la queja.
Al día siguiente volví, con otra persona diferente, para poner la queja (y tener otro testigo más, por si acaso). La misma dependienta me dio la hoja de reclamaciones, poniéndome la condición de que la dejara espacio para poder poner ella lo que creyese oportuno en MI reclamación. Me negué, y después de una larga conversación-discusión y repetirla que se me había discriminado me volvió a pedir disculpas y me reconoció que si yo no hubiera intentado poner la queja no se hubiera disculpado nadie ya que consideraron que el hecho de ir con una muleta y una persona para pedir entrar dos personas al mismo probador era una estrategia para robar, e insistió en que no era para tanto lo que había ocurrido y que no era para ponerse así, ni para poner una queja. Volvió a insistir en que cumplía órdenes estrictas de su supervisora y que son normas de la franquicia.
Como me puso la condición de que la tenía que dejar escribir en mi hoja, me marché, no sin antes informarla de que pondría la reclamación directamente en la Oficina Municipal de Información al Consumidor para que nadie pudiese manipular mi queja.
Desde el momento en que entré por la puerta se me vio como a una posible ladrona y no como a una clienta, hasta el momento en que pedí la hoja de reclamaciones. Se puso en entredicho mi discapacidad y mi palabra, se me trató como una mentirosa (me dijo que me había visto caminar perfectamente y no necesitaba ayuda) teniendo que justificar mi minusvalía dando explicaciones sobre ésta delante de todos los clientes que se encontraban allí en ese momento. Lo que ella me dio a entender claramente es que si yo me hubiese marchado de la tienda sin decir nada hubiera quedado como una ladrona a la que le ha salido el tiro por la culata. Me consta además que se ha permitido entrar a personas acompañadas dentro de los probadores, sin dar ninguna explicación ni necesitar ayuda (concretamente a una amiga mía, que además también tiene una minusvalía pero no lleva muletas ni tampoco se la nota).
Mañana voy a ir a la OMIC a poner la queja, presentando además una copia de mi certificado de minusvalía. También pensé enviar un escrito explicando lo ocurrido, remitiéndolo al departamento de Dirección de la franquicia. Me gustaría saber si puedo hacer algo más que poner una queja, qué sanción se puede aplicar en este caso, si se considera una falta leve o grave, qué derechos me corresponden a mí, sobre quién recaería la sanción (empleado, encargada o franquicia)
Al día siguiente volví, con otra persona diferente, para poner la queja (y tener otro testigo más, por si acaso). La misma dependienta me dio la hoja de reclamaciones, poniéndome la condición de que la dejara espacio para poder poner ella lo que creyese oportuno en MI reclamación. Me negué, y después de una larga conversación-discusión y repetirla que se me había discriminado me volvió a pedir disculpas y me reconoció que si yo no hubiera intentado poner la queja no se hubiera disculpado nadie ya que consideraron que el hecho de ir con una muleta y una persona para pedir entrar dos personas al mismo probador era una estrategia para robar, e insistió en que no era para tanto lo que había ocurrido y que no era para ponerse así, ni para poner una queja. Volvió a insistir en que cumplía órdenes estrictas de su supervisora y que son normas de la franquicia.
Como me puso la condición de que la tenía que dejar escribir en mi hoja, me marché, no sin antes informarla de que pondría la reclamación directamente en la Oficina Municipal de Información al Consumidor para que nadie pudiese manipular mi queja.
Desde el momento en que entré por la puerta se me vio como a una posible ladrona y no como a una clienta, hasta el momento en que pedí la hoja de reclamaciones. Se puso en entredicho mi discapacidad y mi palabra, se me trató como una mentirosa (me dijo que me había visto caminar perfectamente y no necesitaba ayuda) teniendo que justificar mi minusvalía dando explicaciones sobre ésta delante de todos los clientes que se encontraban allí en ese momento. Lo que ella me dio a entender claramente es que si yo me hubiese marchado de la tienda sin decir nada hubiera quedado como una ladrona a la que le ha salido el tiro por la culata. Me consta además que se ha permitido entrar a personas acompañadas dentro de los probadores, sin dar ninguna explicación ni necesitar ayuda (concretamente a una amiga mía, que además también tiene una minusvalía pero no lleva muletas ni tampoco se la nota).
Mañana voy a ir a la OMIC a poner la queja, presentando además una copia de mi certificado de minusvalía. También pensé enviar un escrito explicando lo ocurrido, remitiéndolo al departamento de Dirección de la franquicia. Me gustaría saber si puedo hacer algo más que poner una queja, qué sanción se puede aplicar en este caso, si se considera una falta leve o grave, qué derechos me corresponden a mí, sobre quién recaería la sanción (empleado, encargada o franquicia)
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Respuesta de Lucas Castillo
Respuesta de jcarril
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