Hay tipos de personalidades que sufren más ante los problemas, y eso hace que sus vías respiratorias sufran. Por eso, hay que aprender a mantener la calma desde adentro. El pensamiento es más sensible en unas personas que en otros. Hay que mirar bien los problemas físicos y al mismo tiempo aprender a rendirse, a reconocer a esa inteligencia que tiene muchos nombres en muchas religiones. Cada quien la busca a su modo, pero hay que buscarla.
Las investigaciones del cerebro dicen que el ser humano se siente mejor cuando sabe y acepta que hay algo por encima de él. Afortunadamente el ser humano se da cuenta que es frágil y que no es nada cuando tiene un accidente o cuando la salud falla. Hay que mirar por dentro y tratar de mantener una mente sana. Mente sana es eliminar los juiocios y las críticas y mantener siempre las palabras los más respetuosas posibles hacia uno y hacia los demás.
Uno no se da cuenta del daño que nos hacemos con lo que pensamos y sentimos. Yo, que he estado tantos años contra la pared por un zumbido en ambos oídos, te puedo asegurar que el día que me dije a mí mismo que ya no podía más solo fue el día que comencé a entrar en un estado más tranquilo. Es como si algo dentro de mí se hubiese dado cuenta que con el ego no he llegado a ningún lado, que es mejor agachar la cabeza y aceptar que uno no es nada ni sabe nada, de todas formas lo que yo sepa y sea se lo lleva la muerte.
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[email protected]Tu servidor, Daniel Eizaguirre.