Metotrexato y dezacor
Tengo 36 añosm varón y estoy diagnosticado de Espondilitis Anquilosante desde hace un año aunque vengo padeciéndola desde mucho antes. También estoy diagnosticado desde hace cuatro años de Colangitis Esclerosante Primaria de la que hasta ahora estoy asintomático y tan sólo se manifiesta por un aumento de la fosfatasa alcalina en mis análisis.
El caso es que la espondilitis se ha vuelto un problema bastante doloroso e incapacitante últimamente. Hasta ahora no me había visto nunca un reumatólogo y siempre he sido tratado con antiinflamatorios por mi médico de cabecera (que como ha sido internista anteriormente en un hospital se cree capacitado para tratar mi espondilitis sin nececesidad de reumatólogo)
He pasado por montones de antiinflamatorios a veces solos y a veces combinados entre sí que no hacen que remita el dolor (piroxicam, diclofenaco, indometacina, ibuprofeno y ahora con celebrex) y por relajantes musculares como el tetrazepán y del diazepan que no han mejorado mucho mi rigidez.
En este último año he visto como mi cadera se desgasta (comprobado por radiografías) y cómo mi mandíbula se abre cada vez menos y con más dificultad.
De mi médico tan solo encuentro por respuesta que en las épocas de buen tiempo me encontraré mejor.
En una revisión médica de empresa conocí esta semana y por casualidad a un reumatólogo que al verme me dijo que no comprendía cómo no me había tratado uno antes. Que "hay espondilitis y espondilitis y la mía es de las más agresivas". Me dijo que si quería él me podía tratar en el hospital de la seguridad social para el que trabaja aunque no es en la provincia en que yo vivo. Yo accedí y entonces me dijo que me iba a poner inmediatamente en tratamiento. Que en tres semanas me hiciese una analítica y en la cuarta semana nos veríamos para ver cómo iba. Pero cuando he visto el tratamiento me he asustado bastante:
Metotrexato 2.5mg: una vez a la semana 6 compridos tomados de 2 en 2 cada 8 horas
Dezacor 30mg: los primeros 15 días un comprimido al día, los siguientes 15 días 3/4 comprimido, la siguiente semana 1/2 comprimido y la siguiente 1/4
Y por último Voltarén 75 (que creo que diclofenaco) cada 12 horas.
Este reumatólogo no me dio más explicaciones sobre el tratamiento. Por lo que he podido averiguar el Metotrexato es un inmunosupresor y supongo que ralentizará el avance de la espondilitis al ser una enfermedad autoinmune.
El Dezacor es un corticoide con propiedades antiinflamatorias pero no comprendo qué ventajas aportará y por qué esa extraña forma de administración. Y el voltarén uno de los muchos antiinflamatorios que ya conozco...
Lo que me asusta es la gran cantidad de de precauciones, contraindicaciones y efectos adversos que el dezacor y el metotrexato tienen en sus prospectos.
Incluso en uno de ellos, el metotrexato, se recomienda que la dosificación de metotrexato sea controlada cuidadosamente durante el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (y creo que el voltarén es uno de ellos)
No sé si el reumatólogo ha ido demasiado rápido al recetar todo esto sin conocer mi caso en profundidad. Tan sólo tenía unas radiografías y los datos que yo le he contado además de verme encorvado, rígido y cojeando. Y no sé si mi médico de cabecera estará tampoco de acuerdo con todo esto en vista de que siempre ha sido mucho más conservador.
Como dices una segunda opinión siempre viene bien.
El caso es que la espondilitis se ha vuelto un problema bastante doloroso e incapacitante últimamente. Hasta ahora no me había visto nunca un reumatólogo y siempre he sido tratado con antiinflamatorios por mi médico de cabecera (que como ha sido internista anteriormente en un hospital se cree capacitado para tratar mi espondilitis sin nececesidad de reumatólogo)
He pasado por montones de antiinflamatorios a veces solos y a veces combinados entre sí que no hacen que remita el dolor (piroxicam, diclofenaco, indometacina, ibuprofeno y ahora con celebrex) y por relajantes musculares como el tetrazepán y del diazepan que no han mejorado mucho mi rigidez.
En este último año he visto como mi cadera se desgasta (comprobado por radiografías) y cómo mi mandíbula se abre cada vez menos y con más dificultad.
De mi médico tan solo encuentro por respuesta que en las épocas de buen tiempo me encontraré mejor.
En una revisión médica de empresa conocí esta semana y por casualidad a un reumatólogo que al verme me dijo que no comprendía cómo no me había tratado uno antes. Que "hay espondilitis y espondilitis y la mía es de las más agresivas". Me dijo que si quería él me podía tratar en el hospital de la seguridad social para el que trabaja aunque no es en la provincia en que yo vivo. Yo accedí y entonces me dijo que me iba a poner inmediatamente en tratamiento. Que en tres semanas me hiciese una analítica y en la cuarta semana nos veríamos para ver cómo iba. Pero cuando he visto el tratamiento me he asustado bastante:
Metotrexato 2.5mg: una vez a la semana 6 compridos tomados de 2 en 2 cada 8 horas
Dezacor 30mg: los primeros 15 días un comprimido al día, los siguientes 15 días 3/4 comprimido, la siguiente semana 1/2 comprimido y la siguiente 1/4
Y por último Voltarén 75 (que creo que diclofenaco) cada 12 horas.
Este reumatólogo no me dio más explicaciones sobre el tratamiento. Por lo que he podido averiguar el Metotrexato es un inmunosupresor y supongo que ralentizará el avance de la espondilitis al ser una enfermedad autoinmune.
El Dezacor es un corticoide con propiedades antiinflamatorias pero no comprendo qué ventajas aportará y por qué esa extraña forma de administración. Y el voltarén uno de los muchos antiinflamatorios que ya conozco...
Lo que me asusta es la gran cantidad de de precauciones, contraindicaciones y efectos adversos que el dezacor y el metotrexato tienen en sus prospectos.
Incluso en uno de ellos, el metotrexato, se recomienda que la dosificación de metotrexato sea controlada cuidadosamente durante el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (y creo que el voltarén es uno de ellos)
No sé si el reumatólogo ha ido demasiado rápido al recetar todo esto sin conocer mi caso en profundidad. Tan sólo tenía unas radiografías y los datos que yo le he contado además de verme encorvado, rígido y cojeando. Y no sé si mi médico de cabecera estará tampoco de acuerdo con todo esto en vista de que siempre ha sido mucho más conservador.
Como dices una segunda opinión siempre viene bien.
2 respuestas
Respuesta de lekike
1
Respuesta de Erandy Torres