Por lo menos tienes que hacer seis pequeñas comidas para poder poco a poco aumentar de peso. Emplear en ellas nata, mantequilla, yemas de huevo y azúcar. Entre comidas mordisquear galletas o bizcochos dulces, higos secos, pasas y nueces. Tomar un zumo de uvas o vaso de vino tinto con una yema de huevo y azúcar en la cena. Preparar comidas farináceas (con harina) y con huevo, la miel y el azúcar son estimuladores del apetito. Los zumos de frutas se pueden enriquecer con nata y azúcar. Alimentos ricos en calorías: Cereales, patatas, sopas y salsas, mayonesa, carne y embutidos, los peces de río grasos, el pescado ahumado, las legumbres. Para acompañar al pan son muy adecuadas la mantequilla, las mermeladas y las jaleas. Estimuladores del apetito: Ensaladas en pequeñas porciones con nata o aceite de oliva, mejor que con vinagre. El requesón, la cebolla y las cebolletas, el tomate, los rábanos y los rabanitos. Las cantidades demasiado abundantes de grasas se suelen tolerar pero producen sensación de saciedad. Consejo: En los casos de gran agotamiento consultar siempre con el médico, ya que puede existir enfermedad grave.