Sí, por supuesto, que es curable, pero yo te recomendaría que no te obsesiones con su desaparición.
Yo te diría que es importante la aceptación de las cosas, situaciones, o molestias. Y, por supuesto, que la aceptación no es una resignación (en la que uno aguanta el síntoma, pero viéndole sólo la parte negativa, es decir, enfocándolo desde los propios intereses o egoísmo), sino que la aceptación es verle un sentido a algo. ¿Y cómo puedes aceptar realmente algo y verle un sentido? Pues, mirándolo, desde la generosidad, desde lo que tú con tu vida puedes hacer de auténticamente bueno a los demás. Por supuesto que esto no está reñido con un tratamiento dentro de lo razonable, e incluso con ver la causa o bien, al menos, la influencia de lo psicológico en dicho síntoma, o en general en lo que padeces, e incluso, la misma aceptación o buena adaptación también colaboraría con el acertado tratamiento.
Por supuesto, que este enfoque de este síntoma en particular, lo ideal es que tenga como respaldo, una vida también enfocada en este sentido, lo cual te recomiendo para tu salud mental y tu crecimiento como persona. En este sentido, te dejo una dirección de blog sobre actitudes saludables.
Un saludo.
Ana Vázquez
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