Mi esposa, tras diez años en que prácticamente no consultaba adivinos, ha recaído. No creo que tenga dependencia, sino que ante unos problemas que le están afectando y le crean gran incertidumbre busca certeza en alguna parte. No obstante, creo que no se deja llevar mucho y todavía conserva los pies en el suelo. Yo le he sugerido de ir a visitar a un psiquiatra, pero se lo toma a mal. Ya sé que hay mucha gente que acude a los adivinos, pero me preocupa que sea síntoma de algún trastorno.
La pregunta que te hago es si exagero al preocuparme y si no es así, cómo plantear la visita al especialista. Gracias, elbar
Lo que dices de tu esposa no tiene por qué formar parte de ningún trastorno. Tú mismo has hecho un excelente análisis de las causas probables: la búsqueda de certeza en donde no está. Yo creo que es una y muy probable. Podría sin duda haber quizá otras (no cabe duda de que personas que se dedican a la adivinación pueden tener dotes psicológicas y podría también servirle de psicoterapia en el sentido de elevarle el estado de ánimo o la autoestima por ejemplo). Yo creo que lo ideal sería empezar en principio por un cambio de actitud. Por los síntomas que cuentas no parece imprescindible la consulta a un psiquiatra. Además de que no está descrito la dependencia a los adivinos como tal en psiquiatría, para que pudiese considerarse una dependencia tendríamos que tener todos los síntomas de la misma como podrían ser por ejemplo en este caso: continuar con dicha conducta a pesar de importantes problemas secundarios (tanto económicos, familiares, sociales, laborales), una conducta de repetido consumo que a menudo lleva a la tolerancia (necesidad de un consumo mayor para lograr los mismos efectos, por ejemplo que para quedarse tranquila necesitase consultar cada vez más veces), abstinencia (síntomas de ansiedad si le faltan las consultas) y un patrón de consumo compulsivo. Para que pudiese ser considerado un trastorno en el control de los impulsos también tendría que estar presente una dificultad para resistir el impulso o la tentación de llevar a cabo un acto perjudicial para la persona o para los demás. Si las consultas son moderadas, no ocasionan problemas importantes (todo apego los causa en algún grado) no habría dato alguno para hablar de dependencia o trastorno en el control de impulsos. Si hiciese gastos extraordinarios con graves repercusiones, quizá sí podría estar indicada una consulta. Dices muy acertadamente que crees que se trata de poner la seguridad donde no está ante unos problemas. Yo creo que la seguridad es más sano ponerla en lo que cada uno hace o puede hacer tanto en la vida de forma global (hacia dónde se camina en la vida, cuál es el objetivo del trabajo), como ante un acontecimiento determinado. La actitud vital por supuesto va a ser determinante en la actitud ante un determinado acontecimiento. El poner la seguridad en lo que cada uno puede hacer da seguridad y solidez a la persona y, por el contrario, el estar pendiente de unos resultados concretos, actuando en ocasiones como uno no cree que tiene que actuar, lleva a una gran inseguridad, dado que se pone la seguridad en algo externo, que no depende de uno y lo que uno hace (dado que muchas veces ha sido interesado) no produce seguridad. Yo creo que tú la puedes ayudar con tu conducta, viviendo esta actitud tú mismo, con lo cual ya se la transmitirás a ella. De esta forma, en la medida que ella haga lo que tenga que hacer, tolerará sin duda mejor la incertidumbre y afrontará de la mejor forma las circunstancias difíciles que toda vida tiene.
- Anónimoahora mismo
1 respuesta más de otro experto
Respuesta
0
0
Anónimo
Su mujer se encuentra mal, de ansiedad, de estado de ánimo por los problemas a los que consulta al adivino o las propias consultas al adivino son un problema para ella o sus familiares. Si es así deben consultar un especialista.
Que está mal es evidente. Lo que aporta nuevo es que quizá el problema sea que las consultas a los adivinos me afectan a mí. Pero nada dice de cómo conseguir que acuda al especialista.