La diferencia que hay, que como autónomo no hace falta capital ni trámites legales ante notario, dándote de alta ya puedes trabajar; en cambio con una sociedad son muchos trámites y necesitas capital y dinero para atender el pago del notario y la gestoría que te tramitará el resto.
También, si te das de alta como autónomo y no te va bien el negocio, en cualquier momento puedes dar de baja la actividad.
En cambio la sociedad, si te va mal el negocio, liquidarla te será más cara que constituirla.
Otro factor, es que de autónomo pagas menos impuestos que una sociedad, tienes menos trámites que una sociedad (Registro Mercantil, Ayuntamiento, etc).
Si no va ha trabajar para Administraciones públicas y Grandes empresas, yo le recomiendo que empiece como autónomo, y si crece su actividad en la que necesitará trabajadores, entonces si sería recomendable una sociedad.
Esperamos haberle aclarado sus dudas.