Cambio retención facturas autónomo al 19%

Recientemente el gobierno ha aprobado una rebaja en el porcentaje de retención obligatoria para los pagos realizados a autónomos en 2015, pasando del 21% al 19%. Mi pregunta es: ¿Puedo seguir manteniendo una retención del 21% aunque sea en perjuicio de mi liquidez?

Sé que la obligación y responsabilidad de la retención recae en el pagador, pero al ser mi caso un servicio informático que presto mensualmente a muchos clientes, emito muchas facturas al mes, la mayoría de ellas cobradas automáticamente a través de remesa bancaria. El cambio al 19% implicaría modificar todas las facturas (aunque no haya obligación de especificar la retención en las facturas) y, sobre todo, modificar las remesas mensuales... ¿Puedo por comodidad seguir manteniendo la retención como hasta ahora? ¿Puedo entender que Hacienda no me pondrá pegas ya que realmente el "perjudicado" soy yo por aplicar más retención y ellos están recaudando más % en primera instancia? ¿Tendría algún tipo de multa por no aplicar la retención exacta del 19%? Si ya he emitido y cobrado con retención del 21% algunas facturas, ¿cómo debo proceder para ajustarlo todo al 19% de retención? Realmente, en mi caso, más que ayudarme, esto me complica la vida...

Respuesta
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En su situación se encuentran muchos profesionales...

En nuestra opinión, usted ha de emitir las facturas con la retención del 19 %, no solo por una cuestión legal, sino por evitar errores en sus clientes y las consiguientes reclamaciones... Si emite facturas con otro porcentaje, seguro que genera problemas contables...

Efectivamente tendrá que cambiar todas las remesas y en nuestra opinión, debería regularizar la situación en la primera factura que emita a sus clientes o incluso emitiendo una factura rectificativa. Aunque ha de tener en cuenta, que una cosa es la factura y otra el pago de la misma (mediante domiciliación).

¡Gracias! La verdad es que con respecto al tema de los autónomos, todo son trabas... Si ya de por sí el hecho de facturar como autónomo puede generar cierta desconfianza al prestar un servicio (al tratarse de una sola persona), si encima le sumamos que por el hecho de ser autónomo el prestador, el pagador debe practicar retención con sus correspondientes modelos trimestrales y anuales... etc etc, todo se complica y todo va en nuestra contra!

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