Piscinas. Tratamientos alternativos a los convencionales. ¿Se aplican en la práctica?
Tengo dudas sobre si realmente los tratamientos alternativos (ozono, ultravioleta, electrodo de iones cobre-plata, oxígeno, etc), a los convencionales (en el cual ya incluyo al clorador salino, así como al cloro en cualquiera de sus formas, y al bromo para piscinas climatizadas y spas) . Me gustaría que comentaran sus experiencias, las personas que hayan trabajado en el mantenimiento y/o instalación de estos sistemas de tratamientos, sobres sus ventajas e inconvenientes.
Tras estudiar (de forma teórica) el tema, mi conclusión es:
DESVENTAJAS
- Inversión inicial más alta, o en el mejor de los casos similar, a los tratamientos convencionales.
- Coste de mantenimiento igual o mayor. Van solos, pero si hay avería, normalmente tiene que venir técnico especializado (gasto extra). Repuestos caros.
- Requieren de un tratamiento que deje un residual, por lo que requieren de instalación de equipos para dosificar y controlar ese cloro residual. Doble gasto.
VENTAJAS
- Pueden conseguir agua muy cristalina.
- Pueden evitar el uso de otros productos, como alguicidas, etc. Ahorro.
- En general, no dan olores desagradables, no destiñen, no forma subproductos nocivos, etc.
- Evitan alergias relacionadas con el cloro.
Por lo tanto, los tratamientos que no sean cloro en cualquiera de sus formas, o bromo, no tiene salida al menos en piscinas de uso colectivo, ya que el gasto extra que supone hace que los empresarios descarten esta opción, ya que los convencionales consiguen un agua aceptable-buena.
¿Qué opinan?