Hola Isabel Garcia
Los pólipos endometriales son excrecencias del endometrio o capa que tapiza el interior de la cavidad uterina. Contienen en su interior abundantes vasos sanguíneos y glándulas endometriales que responden a los estímulos hormonales.
Se forman al proliferar focalmente una zona de la capa basal del endometrio, con menor receptividad a los cambios hormonales. Al tener lugar la repetición de las menstruaciones, la capa de endometrio funcional que lo rodea se desprende y el pólipo se va individualizando a partir de un pedículo.
Normalmente son benignos, aunque un 0,5-1% pueden transformarse en malignos, especialmente en la menopausia, que es tu caso.
Según su estructura histológica pueden ser funcionantes, hiperplásicos o atróficos.
Pueden ser únicos o múltiples, pediculados o sésiles (amplia base de implantación) y de diferentes tamaños.
Constituyen una patología frecuente en ginecología, con una prevalencia alrededor del 20% de la población general y aparecen sobre todo entre los 40 y 65 años de edad.
El síntoma más característico es la hemorragia uterina anormal en sus diferentes formas: hipermenorreas o sangrado menstrual abundante, spotting intermenstrual, metrorragia postmenopáusica, sangrado irregular, etc.
Sin embargo en muchos casos son totalmente asintomáticos y se descubren tras una exploración ecográfica.
La ecografía transvaginal es el método de elección para su diagnóstico de sospecha y la histeroscopia será el método de confirmación. Al mismo tiempo la histeroscopia nos va a permitir la toma de biopsias del pólipo o si es posible su extirpación de forma ambulatoria (el procedimiento que aparentemente van a seguir en tu caso).