¿Por qué nos pasa esto de no amar a nadie?
A mi también me pasa lo mismo, no me he enamorado de nadie y siento un vacío en el corazón. Desearía conocer a alguien y enamorarme.
Sandra
4 Respuestas
No tengo ni idea, yo creo que es por infancias muy complicadas y sufriendo. En mi caso he perdido la esperanza
¡Gracias!
Hola Javier
Creo que tal vez es solo cuestión de darse una oportunidad, no solo para amar sino también para dejar que otros tengan sentimientos hacia nosotros. Yo no he perdido las esperanzas y estoy segura de que voy a encontrar a una persona especial.
Somos tan imperfectos, que una gran mayoría busca la perfección entre tanta mentira disfrazada de belleza y poder económico, la vida siempre te da lo que tu la pidas, si te vendes no te lamentes por que es lo que tu elegiste. Si por el contrario te guías del corazón aunque seas feliz a raritos siempre tendrás esas personas lindas a tu lado, también es cierto que una pareja que pongan el 50% tendrán éxito pero el tiempo pasa y nada es para siempre y soportar la rutina es más duro que la soledad.
No a todos les pasa, hay gente que se casa, se separa, se casa de vueltas, hasta más de cuatro veces, quien encuentra fácil a su pareja, quien esta años antes de encontrar, cada persona es un mundo, un famoso pintor español decía que no podía vivir sin estar enamorado, que aunque sea, "se anamoraria de un picaporte", hay de todo, hay personas que no pueden enamorarse, otras que se enamoran como locos, y al otro día se enamoran de otra chica, tienes que averiguar de donde viene la causa que te pone así, no es tarea fácil, a veces los sicólogos no lo pueden encontrar, pero podes intentarlo vos también, conocerte a vos, buscar en el interior, es algo difícil más en el mundo actual donde todo el mundo esta todo el día con el dedito en el celu, pero se puede, si se trata de vivir un poco más en la vida real.
La sensación de vacío viene más bien por no amar, no por no enamorarse, lo cual es distinto.
Lo fundamental es amar, y eso siempre es posible; no requiere sentir nada, sino que requiere una decisión de la voluntad de buscar el bien de verdad, por encima de los intereses vanos o desordenados.
No se puede uno dejar llevar por lo meramente apetecible, y nunca obsesionarse por lo que ya no depende de la voluntad de uno.