Si el médico solo te manda pastillas, has de buscar a un otro especialista quien te diga que con medicamentos no te librarás de tus ataques de pánico (las pastillas pueden ayudar a sentirte mejor en cuanto algunas síntomas, puede ser que no, pero no te quitará el problema).
Como te has dado cuenta, el miedo a los ataques aún empeora la situación, y ese miedo se basa en el desconocimiento de que te está pasando.
En la ansiedad (un ataque de pánico es la ansiedad expresada de una manera muy intensa) son dos puntos importantes a tener en cuenta. Primero, has de saber que la ansiedad es provocada por tus miedos y tus preocupaciones, que muchas veces puede que no sean bien “visibles” sino guardados en tu subconsciente, ignorados algún tiempo, quizás. Puede ser que aparentemente estés tranquilo, pero dentro de ti tienes esos miedos que no te dejan vivir. Así que, lo que has de hacer es ser sincero contigo mismo, meditar, reflexionar profundamente que es lo que te preocupa, que es lo que temes. Una vez lo descubras, has de encontrar la solución, has de creer que hay una solución, has de confiar en ello (a veces, aceptar que no hay solución, sino has de aceptar algo, también es una solución). Los miedos deben ser reemplazados por confianza – en ti mismo, en la vida, en el futuro. Si no los puedes descubrir tú mismo, un psicoterapeuta te podría ayudar. Pero - repito - evita a los especialistas que te dan un medicamento como una solución.
Segundo, cuando tienes un ataque de pánico, has de ser consciente que no te va a pasar nada, que no dejarás de respirar, no te voñlverás loco, ni te vas a morir – es tu mente que está manifestando su malestar a través de tu cuerpo. Por mucho que al principio te pueda parecer extraño y poco creíble – todo lo que sientes es el resultado de tus pensamientos y de tus miedos. Así que tienes que recibir tus síntomas como tus amigos que te quieren ayudar, y no tenerlos miedo. Es tu cuerpo quien te trata decirte algo lo que tu consciente evita oir.
Entender lo que te está pasando y no tenerle miedo es el primer (y el más importante) paso en tu curación – cuando hayas dado este paso, podrás empezar a controlar a tus ataques, que poco a poco desaparecerán, mientras paralelamente estarás descubriendo y “arreglando” lo que te preocupa.