No te respondo exactamente al enfoque que le das a tu pregunta, pero sí al contenido, con tu permiso.
Dices que tu madre está muy mal emocionalmente y espiritualmente.
Dado que dice que es una persona mala, etc., la puedes ayudar con esto, diciéndole que podéis ir a un Sacerdote Católico para vea lo que sea verdaderamente malo o no, y que así lo malo se lo perdonará Dios (sin agobiarla, o sin verlo negativo, sino positivo). Seguramente algo de lo que piense no sea malo, sino que sea distorsionado; y también puede ocurrir que lo sea lo que no piense.
Le puedes decir: Mamá tranquila, que siempre es muy bueno reconocer los errores, y ahora vamos a ver a un Sacerdote, para que nos diga lo que tenemos que hacer para que te confieses y Dios te perdone tus pecados, y así también puedas evitar volver a caer en ellos. Con esto se haría lo primero, que es buscar la salud del alma, lo cual sin duda repercute en el cuerpo y en las emociones. Hay personas que rehuyen el ver sus errores, lo cual es un grandísimo error. Al ver uno sus errores, puede arrepentirse de ellos, y realmente rectificar, pasando página. El que no los quiere reconocer, realmente no sale de ahí, no llega a ser consciente de su potencial como persona, y siempre sigue con la tendencia a seguir cometiendo los mismos errores o peores. Al ver uno sus errores también es consciente de su responsabilidad, de su capacidad de decisión en cada momento de la vida. No hay ni un solo acto humano que se escape a su calificación moral correspondiente.
Tu madre siempre puede hacer mucho bien, y te recomiendo ayudarla a ello al estar en gracia de Dios. Por supuesto que para ayudarla a ella, también es mejor que tú estés en gracia de Dios.
No cabe duda de que esto puede poner su estado emocional en su sitio, y ahí, sin agobios se puede ver si necesita alguna atención específica para el cuerpo; ver si por ejemplo pudiera tener una depresión mayor, etc.
Todo esto se puede hacer en una jornada. Tu madre en el estado en el que refieres necesita atención y observación. Mejor no dejarla sola, excepto por un motivo justificado. Una vez confesada, si siguiera con esas ideas, no contradecirla, sino que más bien decirle suavemente sin agobios: pero ahora puedes hacer mucho bien; o pero ahora podemos hacer mucho bien. Esto que te digo en lo concreto es como sugerencia, ya que existen mil circunstancias.
Si le brindas un horizonte a tu madre le haces un grandísimo bien. Todo tiene solución con Dios. Y la felicidad solo se encuentra estando con Dios y haciendo lo que Dios dice.
Te dejo lo siguiente para leer:
http://opinionestemasdeactualidad.blogspot.com.es/2016/06/ante-la-enfermedad.html