Independientemente de si tu madre cumpla o no con sus amenazas, es evidente que está incurriendo en delito, y respecto a ese delito las leyes no hacen distinción si hay o no parentesco o vínculo emocional.
Tu madre, por lo que mencionas, está faltando a diversos artículos que puedes consultar:
_Violencia familiar ( la sección 6203 del Código de Familia ), entre otros que tú misma puedes consultar en internet. Te dejo un breve resumen:
Las leyes sobre violencia en el hogar dicen que “maltrato” es:
- Lesionar físicamente, o tratar de lesionar, a otra persona, ya sea intencional o imprudentemente;
- Agredir sexualmente;
- Causar a alguien un temor razonable de que va a ser lesionado seriamente (como amenazas o promesas de causar daño) o de que va a lesionar seriamente a otro; O
- Acosar, acechar, amenazar o golpear a otro, perturbar la paz de alguien, o destruir los bienes personales de otro.
Si tu hermana es menor de edad, es un agravante.
Si hay algún impedimento físico o psíquico en tu familia (a parte del que ya presenta tu madre, con todos los respetos), es otro agravante.
En definitiva, tú eres una persona adulta, con todos los derechos constitucionales tales como una vivienda digna, libertad de expresión, no ser marginada, integridad física y moral, etc., etc.
Las leyes están para ampararnos, ya sabemos que como las imparten son igual de humanos que el resto de los mortales, cometen errores, pero no hay que pensar en los errores sino en ejercer el derecho y el deber de defendernos, de exigir lo que nos pertenece desde el mismo instante en que fuimos concebidos y no permitir, no otorgar ningún poder a nada ni a nadie.
Infórmate y analiza esa desvalorización inconsciente que estás viviendo ya que la falta de autoestima es uno de los mayores impedimentos que adquirimos, inconscientemente, y nos limita enormemente el poder experimentarnos como seres humanos y no como "pecadores desde nacimiento".
Ánimo y lucha por tu bienestar y enseña a tus seres queridos que hay otra forma de percibir la vida y que los conflictos que se suceden a lo largo de nuestra vida no son "castigos divinos, karma, mala suerte, males de ojo..." sino que son enormes oportunidades de aprendizaje.