La rutina del día a día no me deja avanzar en mi lucha contra la ansiedad y los pensamientos negativos
Vuelvo a escribir una semana después de haber contado mi historia y haber pedido ayuda. Solucioné mis conflictos mentales relacionados a mi interación social, pero la sensación de que algo muy malo me va ocurrir en mi entorno me sigue ahí aúnque los pensamientos negativos delirantes no me invaden, pero la sensación de que están ahí la sigo teniendo desde que me levanto hasta que me acuesto. Lo bueno es que esta sensación ya no me provoca tanta ansiedad, ya que soy consciente de que es mi mente la que la produce.
Como dije anteriormente hace una semana, no tengo dinero para pagar un psicólogo, pero pienso que con fuerza de voluntad, siendo constante, poniendo mucho de mi parte, siguiendo vuestros consejos, y viendo videos y charlas de psicología, podré vencer estes demonios internos.
Quiero seguir avanzando, y curarme de esto cuanto antes, y volver a ser como antes, y para eso necesito ver y vivir experiencias nuevas y positivas para darme cuenta del lado bueno de la vida, y de las cosas maravillosas que tiene, ¿pero cuál es el problema? El problema es la maldita rutina a la que estoy sometido, ya que me encuentro estudiando, y nos cargan de exámenes y trabajos, ando casi todo el día agoviado, ya que tengo que racionalizar mi tiempo para el estudio y otras cosas.
Me he dado de cuenta que después de levantarme cuando me pongo en modo rutina, es ahí cuando vuelve esa sensación extrema rara de que me quieren rondar los pensamientos catastroficos en mi mente, y otro día más de llevar mi rutina lo mejor posible y de lucha interna con mi sensación rara de esos pensamientos.
Cuando estudio es el momento en el que esos pensamientos intentan hacerse más presentes, y me incomodo, y cuando más desaparecen es cuando hago ejercicio y a última hora del día cuando me acuesto.
Me gustaría hacer algo nuevo en mi vida, ir a sitios nuevos, me aportaría ilusión y sería un gran avance para solucionar estos problemas psicologicos que llevo padeciendo 2 meses y medio, pero con esta rutina aburrida y supermonótona que llevo y que tengo que cumplir, es que es imposible, me la paso siempre estudiando delante del papel, sintiendo mi vida pasar frente a ese papel, es que todos los días lo mismo, ir a clase, ponerme a estudiar, hacer recados, y los fines de semana, estudiando y trabajando también.
Siempre haciendo los mismo, en los mismos sitios, me siento como un robot, me siento como desmotivado en medio de una rutina permanente mecanizada, siento que solo vivo para cumplir obligaciones y no para buscar mi bienestar emocional y mental.
Es que con este ritmo frenetico de obligaciones que llevo es imposible ponerme a buscar cosas nuevas que recuperen mi ilusión y mi autoestima, esta rutina solo prolonga mis problemas psicologicos, sumiéndome en una profunda crisis existencial, dejadome a merced de la ansiedad y la irrealidad.
3 respuestas
Estoy pasando por lo mismo que tu, no se si te sirva de algo que te diga eso, también pregunté aquí algo similar. Alguien me habló de los "bloqueos emocionales" busqué algo sobre eso y me hizo sentido, tome conciencia de varias cosas. Quizás si lees sobre eso encuentres algunas respuestas. Te envío un gran abrazo
Me alegra mucho que veas una mejoría, posibilidades nuevas¡Es genial¡... comentas LA RUTINA, instituto supongo, sigue con el deporte, incluso si hay uno que te llame la atención y no lo hayas hecho, así aprovechas horas de clase en divertirte, lo mismo al estudiar..¿quién dice que tiene que ser en tu cuarto? Rodéate de naturaleza, no se de que ciudad eres, si desde aquí te podemos ayudar estaremos felices de atender tus dudas y guiarte lo mejor posible, comentas lo de los pensamientos obsesivos del tipo¨¨si no doy dos vueltas a la llave mi madre se va a morir¨¨... TODOS los hemos tenido..¿sabes cómo se combaten? Dando solo 1 vuelta y diciendo.. nadie va a morir.. uando lo repites y ves que no muere o no por, el miedo pierde su poder, y tu lo recobras. Un abrazo. Irene
No se trata de volver a ser como antes, estado que quizá precipitó el actual, sino que mejor. No tienes que pensar en tratar o mejorar solo las últimas manifestaciones o síntomas, sino que el origen.
No te guía bien el buscar meramente o principalmente, o siempre como tope, tu mero bienestar; yo te recomendaría buscar el bien de verdad, lo cual es distinto, y siempre es lo mejor para ti, ya que esto te obliga a sobreponerte a intereses vanos o desordenados propios o ajenos, lo cual siempre es muy sano. Y con esto verás mucho mejor las cosas y lo que tienes que hacer.
En tu mensaje anterior hablas de “mis mejores amigos me fallaron”, idea que está presente luego, hasta terminar en no querer volver a confiar en nadie.
Cuando uno no ve su propia parte ante cualquier acontecimiento que le sucede, se queda sin ese aprendizaje, y con sensación de indefensión, de que las cosas pueden venir sin más y que uno no puede hacer nada al respecto, pensamiento que es indigno para un ser humano, ya que aunque por supuesto que hay circunstancias que uno no puede cambiar, siempre uno puede responder bien ante ellas, y mejorar la situación, al igual que puede evitar muchas malas consecuencias actuando de la mejor manera.
Antes que liarte con los síntomas, te recomiendo estar en gracia de Dios, cumplir los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, frecuentar los Sacramentos, y hacer oración; no vivas para ti mismo, sino que piensa en hacer el bien. En la oración puedes ver cuál es la Voluntad de Dios al respecto de lo que estás haciendo, y de lo que dudas, por supuesto que siendo humilde, y sabiendo que estás en período de formación, y es posible que ahora pudieras no poder decidir al respecto de lo que es mejor para ti (ya que pudieras no tener en cuenta muchos factores, etc.); si dependes de tus padres por ejemplo, siempre puedes comentarle tu punto de vista, para su consideración. Es importante que estés conforme con lo que estás haciendo, aunque te cueste esfuerzo; nunca pienses que es mejor hacer lo que a uno meramente le apetece; todo tiene que ir encaminado al bien de verdad.
Con la gente, piensa en su bien de verdad; no pienses meramente en pasar más o menos el rato, etc. Por supuesto que la confianza en términos absolutos solo debe ponerse en Dios, pero puede haber una sana confianza entre las personas, siempre en su orden (el orden es todo dirigido a Dios; de hecho no hay amistad sin virtud),. Date cuenta de que si haces el bien, ayudarás a la otra persona a sacar lo mejor de sí mismo; y si ves que alguien actúa mal, no te lo tomes personalmente, solo pensando en tus intereses, sino que compadécete, y piensa en su bien de verdad, pensando también en si algo que podría haberse hecho, no se ha hecho.