No son las personas sino las posturas que adoptan lo que las hace parecer de una manera u otra. Quizá has planteado la cuestión de modo poco apropiado.
En mi opinión, coincido en que hay que respetar las ideologías porque las ideas al fin y al cabo son ideas y solo pasan en la mente de la gente, el problema es cuando esas ideas pasan al plano real.
Sabemos que ciertas ideas llevadas al plano real tiene ciertas consecuencias y mucha gente no alcanza a ver esas consecuencias o realmente cree que son la solución.
El problema lo creamos nosotros, no existe. Lo creamos enjuiciando a unos y a otros por sus ideas. Muchos no se dan cuenta de que es un juego en que la única manera de ganar es no jugar.
Se dice que es para encontrar una solución pero el problema lo crean ellos. Así nunca se termina un conflicto sino que se alimenta. La sociedad del futuro no va a nacer de radicalismos ni de la victoria de un bando u otro sino de la emancipación de la población al comprender que lo que hay que hacer es volverse inteligente socialmente, o sea, tratar de resolver los problemas sin aniquilar a nadie ni quedar por encima de nadie y así es como los fanatismos mueren.
Sin embargo estas palabras a muchos les suena a chino. No entienden que pueda llegarse a arreglo sin que haya un bando sometido o vencedor. Es una forma de entender el mundo condenada a no cambiar jamás.
Cada vez que tenemos esa llave del voto a nivel individual pero la usamos para derrotar a otro, no ganamos fuerza, en realidad la perdemos.
Preferimos vivir sitiados en nuestro feudo particular mientras podamos pasar así con lo que necesitamos para vivir. Eso es una manera de vivir muy poco ambiciosa y diría que mezquina.
La fuerza deberíamos emplearla colectivamente para exigir a los gobiernos que hicieran aquello para lo que están llamados a presentarse a las urnas, no para aniquilarnos entre nosotros. Lo que hacemos al votar es magnificar nuestros problemas no resolverlos.
Si adoptáramos una actitud más transigente y exigente a la vez sin egoísmo, con humildad pero con firmeza, y tomando conciencia de que somos personas y no votos que se manipulan, otro gallo cantaría.
Votamos a sabiendas de que todo es una comedia pero vamos al circo a hacer el payaso, para al día siguiente empezar a quejarnos.
Es triste que para ser alguien, deba uno tomar partido o color de algo pero sucede porque para mantener una postura ante los demás debes mostrar una cara que se pueda tomar por amigo o enemigo. Solo buscamos amigos o enemigos, lo que nos muestra una cara o es estúpido o aburrido, claro porque no se puede discutir con quien no quiere. Mientrastanto, a nivel individual, todos seguimos padeciendo las consecuencias de las normas que nosotros mismos hemos contribuido a crear y a sostener.
Así que las elecciones son el momento de demostrar algo. Es la ocasión para exteriorizar todo el mejunje que llevamos dentro, cultural, individual, costumbrista y una vez el potaje está en la olla, a ver quien es el listo que lo remueve.
Si alguien se pregunta por la alternativa, es muy sencilla, dejar de hacer el gilipollas votando lo que no sabes qué consecuencias va a tener y ajústate a lo que estrictamente tú puedas controlar porque dependa de ti.
Pero no podemos hacer eso. Hay que demostrar grandeza y hacer cosas grandes, hay que formar parte de algo grande, enorme, gigantesco, aunque te joda la vida. Hay que levantar imperios, izar banderas, conquistar tierras, dominar el mundo, pisar lo que no te gusta, follar lo que puedas, idolatrar a los dioses, y todo eso se incuba en mi mente, mientras preparo la tortilla de patatas para la cena, porque mi mujer llega reventada de trabajar en una fábrica de mierda que si funciona es porque la explota una multinacional que la tiene monopolizada mediante otro contrato de mierda para llenar el mercado de una pizza que no hay quien se coma, pero es barata, y se vende, porque la gente prefiere comer eso aunque no sepa lo que come, antes que pagar una pizza decente. Pero en la tele ponen el partido y todas las penas ya son menos. Abro una cerveza, hago contertulia con el vecino del quinto que viene de dormir la siesta en la bañera porque dice que sufre trastornos, (será por las 27 antenas que hay en el tejado). Mientras, el sol se oculta en el horizonte y se oye el zumbido de las golondrinas atravesar por delante del balcón del undécimo piso que es donde vivo, entre dos celosías de ladrillo y con vistas a otros cien lavaderos, que es la vista que hay al patio de manzana. Pero yo voto lo que me sale de los ... porque pago mis impuestos.
Marcus Brutus... analicemos tu lema, "Liberte, Legalité e Fraternité". La libertad es para los que saben utilizarla. La ley está para servir a los que gozan de un lugar preferente y si alguien lo discute la espada es la respuesta, el lugar del pueblo es el arroyo que es de donde procede. En cuanto a la fraternidad, un Demain no es hermano de nadie.
No hay más remedio que aceptar que tenemos lo que nos merecemos.