Mau, tranquilo, aun queda tiempo para ello, no te desesperes. La pubertad comienza con un aumento en los niveles hormonales, particularmente de estrógeno en las chicas y de testosterona en los chicos. Los cambios hormonales influyen en la transformación física aparentemente milagrosa que se produce a continuación. De hecho, cuando empieza la pubertad, el ritmo de crecimiento del cuerpo es el más rápido desde la primera infancia.
Es entonces cuando los órganos reproductores empiezan a madurar, pero esa es solo una faceta del desarrollo físico. También suele producirse un rápido aumento de estatura, comúnmente conocido como el estirón. Mientras que hasta ahora puede que hayas crecido unos cinco centímetros anuales, no tendría nada de extraño que durante el estirón de la pubertad crecieras a un ritmo dos veces más rápido. Por la genética de tu familia ese estirón viene en camino, algo que te puede ayudar es hacer ejercicios. Entra en el buscador y escribe: ejercicios para adolescentes de 15 años y encontrarás una serie de ellos muy buenos.
Mientras creces físicamente dale atención a tu crecimiento espiritual. Para lograrlo es importante meditar en el consejo de Jesús cuando señaló cuál es la clave de la verdadera felicidad, dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Solo seremos verdaderamente felices si damos los pasos para satisfacer nuestra mayor necesidad: la sed de saber la verdad sobre Dios y sobre su propósito para nosotros. Esa verdad se encuentra en la Biblia, y conocerla nos ayuda a determinar lo que es realmente importante y lo que no. Cuando dejamos que la Biblia guíe nuestras decisiones y nuestros actos, la vida cobra más sentido. Fíjate como en otra ocasión afirmó Jesús: Pero él dijo: “No; más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!”. (Lucas 11:28). Lee la Biblia a diario, de 5 a 10 minutos son muy efectivos. ¿Lo intentarás?