El organismo rechaza el olor de los gases emitidos por los desechos animales ( incluyendo los humanos), como medida de seguridad, es un factor evoluptivo, con eso te das cuenta de que no es comestible porque podrías contraer alguna enfermedad o algún parásito intestinal,
Además, sientes la sensación de rechazo porque el contacto con las heces, podría causarte alguna infección en la piel debido a las bacterias que descomponen el desecho.
En general, cualquier desodorante de marca reconocida, puede eliminar o disfrazar el mal olor, lo más común es cubrir los desechos con cal.
Aunque lo más recomendable es enterrarlos, porque al dejarlos al ambiente libre, estos se secan, se desintegran en partículas pequeñas y van a parar a nuestros alimentos transportados por el viento.