Hola Anastasia Velasquez
Algunos de los síntomas del estrés son la falta de energía, la ansiedad o los dolores de cabeza, pero no siempre se le presta atención a cómo afecta a los ciclos menstruales. Si bien las fluctuaciones, leves o no tan leves en la menstruación son completamente normales, no deberían pasarse por alto.
Muchas mujeres notan un sangrado errático o impredecible, o retrasos en la menstruación cuando afrontan momentos particularmente difíciles, como plazos escolares/trabajo, problemas de salud, el fallecimiento de un ser querido o ansiedad. Las presiones físicas, como los programas de ejercicio rigurosos o una pérdida de peso muy rápida, pueden interrumpir los ciclos menstruales normales. Algunas mujeres incluso pueden haberse saltado sus períodos por completo durante esos tiempos.
Esta desactivación del ciclo menstrual tiene mucho sentido si se considera que el papel principal del ciclo ovulatorio es la reproducción. Es la manera en que el cuerpo dice: «¡Ya tienes suficiente de lo que ocuparte!». En otras palabras, no existen las condiciones de afrontar el requerimiento energético adicional de un embarazo, y mucho menos de cuidar a un bebé recién nacido. Esta es una adaptación razonable al estrés y evita que el cuerpo esté demasiado sobrecargado.
Por increíble que parezca, el periodo menstrual responde a las diversas dificultades que atraviesa la persona, tanto físicas como emocionales. Si bien, por falta de espacio/tiempo no voy a entrar en demasiados detalles, el cerebro es responsable de esto. Para ser más precisos, es una pequeña parte llamada «hipotálamo», la que dirige el ciclo ovárico mensual. Esta es un área crucial que recibe datos de una gran variedad de partes del cuerpo y del ambiente que lo rodea, y que le indica cómo reaccionar a estos estímulos.
El sistema reproductor está en el medio de todos los estímulos internos y externos, por lo que necesita un entorno estable seguro y saludable para funcionar correctamente. Cualquier fuente de estrés puede «alterar» ese orden, lo que aparentemente es lo que está ocurriendo. Por suerte, cuándo el estrés cesa, y todo vuelve a su estado original, se restablece la función ovulatoria normal.
Hoy en día existe una amplia variedad de tratamientos que pueden ayudar a reducir algunos de los problemas que se presentan cuando el organismo se sale de su rumbo.