¡Cuándo se van a prohibir de una vez todas las religiones?

Yo te pregunto a, porque según tu se tienen que prohibir las religiones, quizás se tiene que actuar contra las personas que obran mal en nombre de las religiones, es decir que tiene la culpa la religión de que la gente la utilice mal, ¿quizás tendrían que prohibir los cuchillos (aun los de la cocina) porque hay asesinos?

¿Otra pregunta tu sabes que es la religión?, ¿Por qué estas en contra?, ¿Qué te hizo?

Preguntas: ¿Hay conciencia política y judicial sobre lo perjudiciales que son las religiones?, ¿Quién te dijo que son perjuducuales?

La religión no tiene nada que ver con la conciencia de las personas ya que cada uno de nosotros somos los responsables de las palabras que usamos ya que con estas podemos ofender, mejorar o hundir a alguien.

Estimada Sandra es muy interesante su pregunta. Pocas décadas atrás, nadie hubiera imaginado la crisis por la que está pasando la religión. Pero Dios previó que esto sucedería y lo comunicó por adelantado en la Biblia. Usando lenguaje simbólico, asemejó a todas las religiones que no siguen sus mandatos a una prostituta descarada a la que llamó “Babilonia la Grande” (Apocalipsis 17:1, 5).

Se trata de una comparación muy adecuada, ya que la religión falsa, mientras afirma ser fiel a Dios, “coquetea” con los gobernantes del mundo para tener más poder y riquezas. La Biblia también habla de “los reyes de la tierra que se prostituyeron con ella” (Apocalipsis 18:9). El término “Babilonia” también es muy apropiado porque muchas doctrinas y ritos religiosos, como la inmortalidad del alma, la Trinidad y el ocultismo, se remontan a la antigua Babilonia, una ciudad inmersa en la religión falsa, las supersticiones, idolatría, espiritismo (Isaías 47:1, 8-11).

La poderosa Babilonia cayó cuando “se secaron” las aguas que la protegían, un foso alimentado por el río Éufrates. Esto permitió que un ejército de medos y persas atacaran la ciudad (Jeremías 50:1, 2, 38). De hecho, la conquistaron en una sola noche (Daniel 5:7, 28, 30).

La poderosa potencia mundial Babilonia cayó. Babilonia la Grande también “se sienta sobre muchas aguas”. Estas aguas —como explica la propia Biblia— “significan pueblos y muchedumbres y naciones”, es decir, son los millones de personas que dan su apoyo a la religión falsa (Apocalipsis 17:1, 15). La Biblia ya predijo que estas simbólicas aguas se secarían, un acontecimiento que anticipa que la “Babilonia” actual pronto será destruida en un abrir y cerrar de ojos (Apocalipsis 16:12; 18:8). Pero ¿quién la destruirá? Sus amantes políticos. Aunque en un tiempo la amaron, llegarán a odiarla. Le quitarán todas sus riquezas y la devastarán como si se la comieran viva (Apocalipsis 17:16, 17). Las aguas que rodeaban Babilonia se secaron, lo que representa el abandono de la religión hoy día

“Sálganse de ella”

En vista de lo que le espera a Babilonia la Grande, Dios amorosamente nos dice: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas” (Apocalipsis 18:4). Dos veces dice: “Si no quieren”. La advertencia que Dios da es para la gente que está molesta con las mentiras de la religión y quiere acercarse a él, personas como Gaffar y Hediye, a quienes mencionamos al principio.

Antes de estudiar la Biblia, Gaffar creía que a Dios se le obedece por miedo. “Fue un alivio saber que Jehová es un Dios de amor y quiere que le obedezcamos por amor” (1 Juan 4:8; 5:3). Hediye se sintió en paz cuando aprendió que Dios no predestina a nadie y que no fue el culpable de que ella fuera huérfana. La consolaron mucho pasajes bíblicos como Santiago 1:13, donde dice que Dios no prueba a la gente con cosas malas. Al conocer la verdad de la Biblia, ambos huyeron de “Babilonia” (Juan 17:17).

Quienes han huido de Babilonia la Grande para adorar a Dios “con espíritu y con verdad” no sufrirán ningún daño cuando sea destruida (Juan 4:23). Esperan el día en que la Tierra esté “llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (Isaías 11:9

Dios “no puede mentir”, así que la adoración falsa y su fruto podrido desaparecerán (Tito 1:2). Pero la adoración que es limpia y pura llenará la Tierra y durará para siempre.

Si desea más información, solo dígame, será un placer, que tenga paz.

¿Un gobernante o juez puede quitar una religión o religiones?, porque me parece que no, pues, aunque la quite o las quitara, quedaría que este gobernante o juez, sería la religión o la justicia de él mismo, el dios de su propia conciencia; ¿Conciencia?, pero, ¿has pensado en lo perjudicial que sería un gobernante o juez que quite, incluso de forma violenta o con odio, las religiones o la religión?, porque sería un hombre tirano que me recordaría a otros tiramos y a la misma bestia que se le enfrentará a la verdadera religión, el cual es Jesucristo, misericordia de las religiones que aún no son él. El hombre tirano sería un irresponsable, que no mediría sus actos porque sería un inconciente e indoliente que desconoce a la ley, la cual es Jesucristo, pues, sería dios de su propia persona. Y con respecto a tu pregunta, la respuesta es: cuando venga la bestia, pues, esta quedará como la religión y prohibirá y quitará´a las otras religiones, e incluso, a la verdadera religión, pero después, vendrá la cabeza de la religión, la cual es Jesucristo, y quitará a la bestia y su religión falsa.

Cuenta una leyenda del pueblo Anáhuac (México) que: "mucho antes de nuestro tiempo" existió una gran civilización que viajaban "mas allá del sol" y sus líderes decidieron abolir todas las religiones porque le "restaba fuerza al progreso que tenían en la sociedad" y se convirtieron en un estado totalitario eliminando el "libre albedrio" por lo que el individuo dejo de ser eso "individuo" para convertirse en una masa que solo obedecía al estado. Los científicos de esa gran civilización empezaron a experimentar en sus laboratorios para hacer a los individuos mas fuertes, eliminar las enfermedades y aumentar la longevidad de los sus pueblos además de hacer más eficiente su aparato digestivo porque "se perdía tiempo alimentando el cuerpo tres veces al día". En la medida que avanzaba en tiempo esa gran civilización fue modificando su morfología y el automatismo se convierte en el eje central de la existencia del individuo, el estado se convirtió en el referente de todos los individuos y todos obedecían a un grupo de individuos que jerárquicamente estaban en la cúpula de la sociedad, pero ese puñado de seres privilegiados también eran un obstáculo para la supremacía del estado y decidieron reducirse ellos mismos a una pocos individuos. Las nuevas generaciones pasaban a ser propiedad del estado quienes los alimentaban y educaban en granjas productivas para adoctrinarlos en que el "estado es el máximo bien al que deben servir incondicionalmente". En el transcurso del tiempo su morfología cambió drásticamente y los individuos se volvieron unos "autómatas" al servicio del estado".

Termina la leyenda diciendo que: "prueba de la existencia de esa gran civilización son las hormigas actuales"