Esta mañana al leer su comentario considera que mi artículo está desactualizado, por ser de 2011, me veo obligado a responderle.
La incultura jurídica de este país, antes llamado España, hace que la gente, incluidos los que integran el poder legislativo, considere que las normas jurídicas, como los alimentos y las medicinas tienen una fecha de caducidad. Tendrían que reflexionar entonces cómo es posible que la nación más poderosa de la tierra, los Estados Unidos de América sigan rigiéndose por su Constitución fundacional, que está en vigor desde 1787, aquí en cambio como llevamos ya veinticuatro años de este siglo con la misma Constitución, parece a nuestros próceres de urgente sustitución, debe ser porque si no, no nos va a dar tiempo de cumplir nuestra tradición secular de cambiar tres o cuatro veces de carta magna.
Esto ha llevado a aberraciones como la reciente, en la que una ley que supuestamente se dicta para proteger la libertad sexual de la mujer, su aplicación pone en la calle a delincuentes sexuales o, ciñéndonos al tema de este grupo, otra ley que, presuntamente, viene a fomentar las viviendas en alquiler, el resultado es que saca del mercado arrendaticio miles de viviendas.
Esta es mi opinión, que cederá ante cualquiera otra mejor fundada.