Lo más lógico seria contar con la ayuda de la comunidad pero si es imposible debe recurrir a otras vías básicamente denuncia en el ayuntamiento y judicial pudiendo llegar a impedir ocupar la casa durante un tiempo al vecino ruidoso, pero el tema es largo y en principio costoso.
Uno de los principales pasos a seguir cuando se han agotado los intentos de encontrar apoyo en la comunidad de vecinos es la presentación de una denuncia ante el Ayuntamiento.
La cuestión que nos describe está planteada en el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal, así como por ejemplo en el caso de Madrid en el artículo 47 de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica del Ayuntamiento de Madrid.
En las denuncias al ayuntamiento, el afectado puede exigir que se lleve a cabo una medición de los niveles de ruido en su casa. La denuncia se puede tramitar también a través del teléfono. Cuando esos niveles de ruido son difíciles de detectar porque el que los causa se detiene por momentos es muy difícil que los funcionarios del consistorio puedan hacer algo para aliviar la carga del afectado. Por lo general el infractor aduce que el ruido no es su culpa, que las actividades que lleva a cabo son normales o que la responsabilidad puede recaer en la estructura del edificio, puesto que permite que el ruido se cuele en las casas.
Es entonces cuando se recurre a otras vías. Por lo general, los vecinos que padecen este mal se ven obligados a buscar empresas especializadas en medición de ruidos. Un informe de una de estas empresas cuesta entre 400 y 500 euros. Pero a la hora de acudir a los tribunales siempre pesa más un informe oficial, yo no le aconsejaría que utilice ninguna si no mejor que llegados a este punto es casi imprescindible la asesoría de un abogado que pueda dirigir al afectado en las situaciones a las que se tiene que enfrentar. Las personas que padecen niveles insoportables de ruido pueden optar por la vía administrativa, la penal, la civil, un recurso contencioso administrativo, un recurso de amparo o una queja ante el defensor del pueblo. En Internet abundan las páginas especializadas en estos asuntos.
Asesórese en el ayuntamiento de su localidad y mándele un burofax al propietario apercibiendole de tomar medidas legales, seria conveniente que se lo redactara un buen abogado aunque hay distintas plantillas por internet que podrían llegar a valer.