Higuera
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Mi experiencia personal con las higueras es la siguiente. Primero, pierden las hojas todos los días después de verano hasta que no le queda ni una, barre barre y barre, y antes de eso está el tema de los higos, riquísimos si, pero todos los días se caen un montón al suelo y es inevitable pisarlos y que se te pegue a la suela de los zapatos y cuesta mucho quitarlos porque son muy pegajosos. La sombra, maravillosa, pero yo al final no dude en quitar las 3 que tenía super grandes. Y en una reforma de un baño que había un pozo ciego pequeñito... cuando abrimos para hacerlo más grande estaba lleno de raíces de las higueras, y eso que era para solo un bater y casi no se usaba nunca. Si te hace ilusión prueba, yo te comento mi experiencia, y quería dejar claro que me encanta la naturaleza y los árboles sobre todo, pero las quité y planté otros menos marranos.
Antes de decidirnos a dejar una higuera (ficus carica) en el jardín hay que plantearse que se trata de un árbol mucho más ancho que alto. Por lo tanto, la higuera, sólo debería incluirse si se dispone de gran espacio; no deberá estar colocada en una zona en que pudiera molestar a otros vecinos.
Para controlar el espacio que ocupen las raíces se puede hacer alrededor del tronco (en la línea que proyecta el ancho de la copa) una caja de hormigón de unos 30cm de profundidad para favorecer el crecimiento hacia abajo y evitar raíces superficiales.
Suerte y que disfrutéis del olor y las brevas!
Como crecen rápido, siempre puedes ir renovando por otro ejemplar. Cuando este se convierta en un problema, lo talas y secas el troncón para que se sequen las raíces. Si previamente haces un esqueje de la higuera podrás plantarlo y volver a verla !
Para que la que ya tienes te dé muchos frutos, no dejes más que un sólo tronco; corta las ramas que salgan desde abajo.
Hala, y en verano a echar la siesta con olor a mediterráneo!