¿Qué le hace pensar que se lo han robado? Un retrovisor no se puede desmontar sin acceder al interior de la puerta, que es donde tiene los anclajes. Y si se arranca de cuajo, no sirve de nada al que lo robe, obviamente.
Casi con total seguridad lo que ha ocurrido es que un gamberro le da dado una patada, arrancándolo de cuajo, o quizá haya sido un coche al pasar... La cuestión es que ninguna de esas circunstancia se considera robo, sino actos vandálicos, motivo por el cual no le cubre la garantía de robo.
¿Opciones? Contratar por su cuenta a un segundo perito que acredite que se la desaparición se debe a un robo, en cuyo caso, habrá que nombrar a un tercer perito para desempatar, pagado a medias.