Me equivoqué al estudiar filología árabe, me gustan la ingeniería y los recursos humanos

Soy una universitaria de 23 años, actualmente esto estudiando filología árabe, la verdad es que estoy totalmente decepcionada con la carrera y ya no me gusta estoy en tercero y me quedarían dos cursos más para acabar la filología, axial que solo pienso quedarme con el primer ciclo de esta carrera. Mi problema reside en que yo en un principio hice bachillerato de ciencias para dedicarme a una ingeniería cosa que no hice por miedo al fracaso debido a la dificultad des esta, por eso busque otras opciones. Mi cuestión es la siguiente actualmente he decidido que quiero hacer la ingeniería y dedicarme a algo que realmente me gusta y que es de ciencias aplicadas, pero ahora que soy más fuerte en el plano emocional y que confío más en mi y en que puedo hacer las cosas que dependen de mi, me veo con la triste situación de que sigo teniendo un miedo pero este no depende de mi, sino del mercado laboral más concretamente del sector de recursos humanos, ya que si me embarco en este proyecto de la ingeniería con suerte terminaría con 30 años y creo que mis posibilidades de encontrar un trabajo serian muy muy limitadas debido a la edad a la falta de experiencia y en general a la competencia que supondrían para mi personas que finalizaron los estudios más jóvenes y sus ventajas curriculares, no pretendo una respuesta en la que se visualice el futuro por que eso seria adivinar sino simplemente una respuesta especifica del sector, es decir, ¿es posible que encuentre oportunidades una vez finalizados los estudios de ingeniería industrial a la edad de 30 años? ¿Y si es tan categórico eso de que las empresas se decantan por menores de 30 sin dar ninguna opción a gente de estas edad? Definitivamente mi decisión de empezar o no la carrera depende de las respuestas que encuentre en usted y en otras fuentes de información a mi pregunta ya que seria absurdo estudiar, invertir tiempo y dinero en algo que no daría ningún fruto en el futuro además de la satisfacción personal que no es poco, pero que no da de comer. Muchísimas gracias de antemano por ofrecerme la oportunidad de dirigirme a usted.