Bull Terrier
Te cuento, tengo un bull terrier que es super regalón y tranquilo con la gente pero tengo el problema que cuando lo saco a pasear ve un perro y se vuelve loco y no me obedece, aparate cuando lo junto con otro perro lo m'as probable es que lo ataque. Mateo tiene un año y me interesa mucho quitar ese problema cuanto antes porque igual lo saco a pasear casi todos los días pero el problemita es super molesto.
1 Respuesta
Respuesta de yukio
1
1
El bull terrier, como todo los terriers, es un perro muy dominante, con unas tendencias muy acentuadas y que a veces derivan en agresividad. Esto se acentúa si el animal es macho, como parece que ocurre en tu caso.
En el caso que planteas hay dos problemas que se materializan, los dos, en esa actitud: por una parte, el animal no te reconoce como su superalfa, su líder (no te hace caso cuando le riñes) y, por otra, canaliza su dominancia mediante la agresividad. La agresividad es uno de los problemas más frecuentes en los perros, y aunque tiene varias causas, las principales son la dominancia, la territorialidad y el miedo. Según lo describes, él ataca por territorialidad (cuando ve un perro cerca) y no te obedece, como te he dicho, por dominancia.
Bueno, lo primero que tienes que hacer es imponerte a él, aumentar tu control sobre el animal para anular su actitud dominante. Esto se hace siguiendo un combinado de pautas diarias y un programa de adiestramiento. Entre las pautas diarias están las que actúan en los puntos claves donde se expresa la dominancia y la lucha por el escalafón: el recurso (alimento) y la manada. No sé con quién vives, pero tanto si vives sólo con él como si tienes una familia de doce miembros, él debe ser el último en la escala. Eso significa que él debe comer el último, pero debe veros comer antes, no lo escondáis. Debe ser el último en entrar y salir de los sitios (retenle y próhibele que se adelante a nadie), cuando está tumbado debe permitir que paséis por encima de él (no lo esquivéis) y si no se deja, le riñes; evita los juegos que implican competencia (luchar por algo, tirar de algo, etc.); el juego, al igual que la atención, debe empezar y terminar cuando los humanos digan, no cuando él quiera... Todo esto debe ser escrupulosamente respetado y cumplido por toda la familia, sin excepción, sin saltarse ninguna norma en ningún momento. Él os intentará poner en cuestión mediante ladridos o incluso gruñidos: no le dejes, córtalo de raíz mediante un NO seco y fuerte. No le paséis ni una.
El programa de adiestramiento refuerza esa condición de líder, y se basa en enseñarle a cumplir órdenes (quieto, sentado, tumbado, etc.). Debes hacerlo todos los días, sin excepción, en un entorno tranquilo y en sesiones cortas (máximo veinte minutos) premiándole cada vez que lo haga bien y castigándole cuando lo haga mal o no lo haga. Enseña sólo una orden, y no pases a la siguiente hasta que no tenga un 100% de cumplimiento en la que actualmente le estés enseñando. No lo hagas nada más salir con él, espera que se desfogue un poco y haga sus necesidades, que nada le desconcentre.
En el paseo, de momento, hazlo de la siguiente manera: llévale a un sitio en el que pueda estar sólo, hazle que haga ejercicio hasta que se agote y luego empieza el paseo normal. Un perro agotado es mucho más manejable. De todos modos, con esa edad, el ejercicio para el perro es fundamental a todos los niveles: hazlo su rutina. 40 minutos de ejercicio intenso como poco, y en el paseo llévale con un collar de castigo. Para el collar de castigo, las púas deben estar hacia dentro (no se le clavan, le pellizcan) y se utiliza con un NO! Fuerte y un tirón seco y muy fuerte. No se trata de arrastrar al perro, sino de darle un tironazo. Si persis te en su actitud, otro tirón, pero dosifíclao porque puede llegar a inmunizarse (se suelen poner tan excitados que no sienten el dolor en el momento). Y lleva siempre un bozal encima, de modo que cuando ocurra un episodio de estos, se lo pongas como castigo.
Si quieres más información, estoy a tu disposición, pero recuerda: imprescindible la constancia, el cumplimiento escrupuloso de estas normas y que todo el mundo le trate igual, no le paséis ni una, insisto.
En el caso que planteas hay dos problemas que se materializan, los dos, en esa actitud: por una parte, el animal no te reconoce como su superalfa, su líder (no te hace caso cuando le riñes) y, por otra, canaliza su dominancia mediante la agresividad. La agresividad es uno de los problemas más frecuentes en los perros, y aunque tiene varias causas, las principales son la dominancia, la territorialidad y el miedo. Según lo describes, él ataca por territorialidad (cuando ve un perro cerca) y no te obedece, como te he dicho, por dominancia.
Bueno, lo primero que tienes que hacer es imponerte a él, aumentar tu control sobre el animal para anular su actitud dominante. Esto se hace siguiendo un combinado de pautas diarias y un programa de adiestramiento. Entre las pautas diarias están las que actúan en los puntos claves donde se expresa la dominancia y la lucha por el escalafón: el recurso (alimento) y la manada. No sé con quién vives, pero tanto si vives sólo con él como si tienes una familia de doce miembros, él debe ser el último en la escala. Eso significa que él debe comer el último, pero debe veros comer antes, no lo escondáis. Debe ser el último en entrar y salir de los sitios (retenle y próhibele que se adelante a nadie), cuando está tumbado debe permitir que paséis por encima de él (no lo esquivéis) y si no se deja, le riñes; evita los juegos que implican competencia (luchar por algo, tirar de algo, etc.); el juego, al igual que la atención, debe empezar y terminar cuando los humanos digan, no cuando él quiera... Todo esto debe ser escrupulosamente respetado y cumplido por toda la familia, sin excepción, sin saltarse ninguna norma en ningún momento. Él os intentará poner en cuestión mediante ladridos o incluso gruñidos: no le dejes, córtalo de raíz mediante un NO seco y fuerte. No le paséis ni una.
El programa de adiestramiento refuerza esa condición de líder, y se basa en enseñarle a cumplir órdenes (quieto, sentado, tumbado, etc.). Debes hacerlo todos los días, sin excepción, en un entorno tranquilo y en sesiones cortas (máximo veinte minutos) premiándole cada vez que lo haga bien y castigándole cuando lo haga mal o no lo haga. Enseña sólo una orden, y no pases a la siguiente hasta que no tenga un 100% de cumplimiento en la que actualmente le estés enseñando. No lo hagas nada más salir con él, espera que se desfogue un poco y haga sus necesidades, que nada le desconcentre.
En el paseo, de momento, hazlo de la siguiente manera: llévale a un sitio en el que pueda estar sólo, hazle que haga ejercicio hasta que se agote y luego empieza el paseo normal. Un perro agotado es mucho más manejable. De todos modos, con esa edad, el ejercicio para el perro es fundamental a todos los niveles: hazlo su rutina. 40 minutos de ejercicio intenso como poco, y en el paseo llévale con un collar de castigo. Para el collar de castigo, las púas deben estar hacia dentro (no se le clavan, le pellizcan) y se utiliza con un NO! Fuerte y un tirón seco y muy fuerte. No se trata de arrastrar al perro, sino de darle un tironazo. Si persis te en su actitud, otro tirón, pero dosifíclao porque puede llegar a inmunizarse (se suelen poner tan excitados que no sienten el dolor en el momento). Y lleva siempre un bozal encima, de modo que cuando ocurra un episodio de estos, se lo pongas como castigo.
Si quieres más información, estoy a tu disposición, pero recuerda: imprescindible la constancia, el cumplimiento escrupuloso de estas normas y que todo el mundo le trate igual, no le paséis ni una, insisto.
Hola, al paerecer no entendiste bien mi inquietud, mateo no tiene problemas de obediencia salvo UN SOLO CASO, que es cuando se encuentra en presecencia de otro perro que no sea de su agrado (generalmente no lo son), SOLO en esos casos se desespera y no me obedece como me gustaría. Sin embargo hasta donde entiendo el asunto radica en un problema de ansiedad y no de obediencia propiamente tal, de hecho solo con leer algunas cosas de internet le he podio enseñar a sentarse, traer objetos, salir de la casa o algún lugar cuando se lo ordeno o no entrar cuando no lo permito. Resumiendo y según otra opiniones de adiestradores el problema podría ser que el se desespera por una u otra razón cunado ve a otros perros pues tampoco es agresivo con personas por el contrario es muy dócil. Ahora el tema radica en que hacer puntualmente para trabajar con el, ¿es decir que ejercicios puntuales puedo realizar?.
Atte Carlos Fariñe P.
Atte Carlos Fariñe P.
Pues sí, parece que no te entendí bien y extendí lo de que no te obedecía a más áreas de las reales, lo siento...
Bueno, lo que dices ahora facilita más las cosas. Resumo la situación (a ver si es así) y te sugiero algo. Mateo es un perro muy obediente y sin problemas en general que se hiperexcita cuando ve otros perros. Esa hiperexcitación se produce durante el paseo (que hace atado) y no en ninguna ocasión. No hay problemas adicionales tipo micción inadecuada, desorden, destrozos, ladridos impropios, etc.
Bien, es difícil a distancia diagnosticar, porque en lo que dices habría que ver elementos como el lenguaje corporal del perro, el ladrido, etc., que permitan afinar más. Yo, si la situación es la que he expuesto, punto por punto, descartaría la ansiedad. Es decir, puede que esa situación le excite (y ahora iremos con eso), pero si tuviese problemas de ansiedad presentaría síntomas adicionales: parecería inquieto, tendría problemas de relación (demasiado sociable o demasiado tímido), tendría desajustes alimentarios (mucha hambre o sed, o ninguna), etc. Podría tratarse de una fobia, pero es muy raro que un perro tenga un miedo desproporcionado a otros perros. No lo descartes, pero déjalo como última opción.
Hay un punto que necesitaría saber para determinar qué le pasa, y es qué tipo de excitación tiene. Por lo general, reacciones de ese tipo son por dos causas: o una alegría desmedida, que hace que "se vuelva loco" (tipo las que presentan los labrador retriever, por ejemplo), o por agresividad, que es lo que te explicaba en mi fallida respuesta anterior. Por eso te digo que tendría que verlo, porque la diferencia está en el lenguaje corporal: cola muy agitada, patas delanteras dobladas y traseras levantadas, movimientos pendulares de la cabeza, saltos con las patas delanteras en el primer caso; cola rígida, cuerpo tenso y echado hacia delante, secuencia gruñido-muestra de dientes-ladrido en el caso de la agresividad, mostrando el display de ataque. Casi seguro, él adopta una de las dos posturas que acabo de describirte. Dime, por favor, cuál de ellas es.
Además, me vendría muy bien que me respondieras a estas preguntas: ¿Cuánto hace que lo tienes? Si lo tienes desde que el perro tiene dos o tres meses ¿le relacionaste con otros perros de manera activa (muchos perros y mucho tiempo)? ¿Distingue entre machos y hembras, y adultos y cachorros, o a todos les hace lo mismo? ¿Qué haces tú cuando le dan esos sirocos? ¿Qué haces cuando veis otro perro, le acaricias, te alejas o permaneces indiferente? ¿Siempre lo sacas a pasear tú, o hay más personas? En este caso ¿ocurre con todas igual? ¿Cuánto dura el paseo?
Ahora quisiera afinar más, de modo que para poderte ayudar, esta información me resultaría muy importante. Contéstame y te mando un programa de ejercicios.
Bueno, lo que dices ahora facilita más las cosas. Resumo la situación (a ver si es así) y te sugiero algo. Mateo es un perro muy obediente y sin problemas en general que se hiperexcita cuando ve otros perros. Esa hiperexcitación se produce durante el paseo (que hace atado) y no en ninguna ocasión. No hay problemas adicionales tipo micción inadecuada, desorden, destrozos, ladridos impropios, etc.
Bien, es difícil a distancia diagnosticar, porque en lo que dices habría que ver elementos como el lenguaje corporal del perro, el ladrido, etc., que permitan afinar más. Yo, si la situación es la que he expuesto, punto por punto, descartaría la ansiedad. Es decir, puede que esa situación le excite (y ahora iremos con eso), pero si tuviese problemas de ansiedad presentaría síntomas adicionales: parecería inquieto, tendría problemas de relación (demasiado sociable o demasiado tímido), tendría desajustes alimentarios (mucha hambre o sed, o ninguna), etc. Podría tratarse de una fobia, pero es muy raro que un perro tenga un miedo desproporcionado a otros perros. No lo descartes, pero déjalo como última opción.
Hay un punto que necesitaría saber para determinar qué le pasa, y es qué tipo de excitación tiene. Por lo general, reacciones de ese tipo son por dos causas: o una alegría desmedida, que hace que "se vuelva loco" (tipo las que presentan los labrador retriever, por ejemplo), o por agresividad, que es lo que te explicaba en mi fallida respuesta anterior. Por eso te digo que tendría que verlo, porque la diferencia está en el lenguaje corporal: cola muy agitada, patas delanteras dobladas y traseras levantadas, movimientos pendulares de la cabeza, saltos con las patas delanteras en el primer caso; cola rígida, cuerpo tenso y echado hacia delante, secuencia gruñido-muestra de dientes-ladrido en el caso de la agresividad, mostrando el display de ataque. Casi seguro, él adopta una de las dos posturas que acabo de describirte. Dime, por favor, cuál de ellas es.
Además, me vendría muy bien que me respondieras a estas preguntas: ¿Cuánto hace que lo tienes? Si lo tienes desde que el perro tiene dos o tres meses ¿le relacionaste con otros perros de manera activa (muchos perros y mucho tiempo)? ¿Distingue entre machos y hembras, y adultos y cachorros, o a todos les hace lo mismo? ¿Qué haces tú cuando le dan esos sirocos? ¿Qué haces cuando veis otro perro, le acaricias, te alejas o permaneces indiferente? ¿Siempre lo sacas a pasear tú, o hay más personas? En este caso ¿ocurre con todas igual? ¿Cuánto dura el paseo?
Ahora quisiera afinar más, de modo que para poderte ayudar, esta información me resultaría muy importante. Contéstame y te mando un programa de ejercicios.
Ok ahora si entendiste la situación, entonces paso a contestar las preguntas:
1.- Según las posturas seria la de agresividad.
2.- Mateo esta conmigo desde los dos meses de edad.
3.- Cuando pequeño (hasta como los 4 mese) compartía con Matilda que es una hembra también bull terrier de su misma edad pero que no son hermanos y que se criaron juntos desde los dos meses y Fidel que es el perro de mi novia, un Beagle que tenia como un año cuando se conocieron. Con Matilda se ven hasta el día de hoy y generalmente están junto pero con ella no tiene ningún problema incluso ella lo molesta a el, pero con Fidel como a sus 4 meses tuvieron una pelea y desde ese momento no los juntamos más, como antecedenete te cuento que Fidel es demasiado regalón, porfiado y mal genio, pero nunca ha tenido problema con otros perros. Fuera de esos perros no ha tenido contacto con otros más, considerando que el problema fuerte apareció como a los 8 meses.
4.- La verdad no se si distingue entre machos y hembras por lo menos a Matilda no le pega y también cerca de mi casa hay una perra Beagle con la que juega cuando paseamos, fuera de eso no tengo más antecedentes.
5.- Cuando paseamos y le dan los arrebatos tiro del collar de ahorque y lo reto diciéndole NO, en ocasiones le doy palmadas en el lomo.
6.- Cuando paseando vemos a otro perro trato de pasar a distancia y cuando el otro perro esta suelto esto atento para que no se acerque, cuando ocurre eso Mateo esta siempre atento al otro can y prácticamente debo jalar de el.
7.- Solo lo sacamos a pasear dos personas, mi padre y yo (gerenalmente yo) hasta hace poco (uno o dos meses) lo paseaba unas 3 o 4 veces por semana y el paseo duraba unos 20 o 30 minutos, pero ahora por el problema no es muy grato pasearlo así que podría decir que 1 o 2 veces por semana. En cuanto al comportamiento es igual con todas las personas que lo paseen.
Espero proporcionarte información útil para solucionar este problema.
Gracias
8.-
1.- Según las posturas seria la de agresividad.
2.- Mateo esta conmigo desde los dos meses de edad.
3.- Cuando pequeño (hasta como los 4 mese) compartía con Matilda que es una hembra también bull terrier de su misma edad pero que no son hermanos y que se criaron juntos desde los dos meses y Fidel que es el perro de mi novia, un Beagle que tenia como un año cuando se conocieron. Con Matilda se ven hasta el día de hoy y generalmente están junto pero con ella no tiene ningún problema incluso ella lo molesta a el, pero con Fidel como a sus 4 meses tuvieron una pelea y desde ese momento no los juntamos más, como antecedenete te cuento que Fidel es demasiado regalón, porfiado y mal genio, pero nunca ha tenido problema con otros perros. Fuera de esos perros no ha tenido contacto con otros más, considerando que el problema fuerte apareció como a los 8 meses.
4.- La verdad no se si distingue entre machos y hembras por lo menos a Matilda no le pega y también cerca de mi casa hay una perra Beagle con la que juega cuando paseamos, fuera de eso no tengo más antecedentes.
5.- Cuando paseamos y le dan los arrebatos tiro del collar de ahorque y lo reto diciéndole NO, en ocasiones le doy palmadas en el lomo.
6.- Cuando paseando vemos a otro perro trato de pasar a distancia y cuando el otro perro esta suelto esto atento para que no se acerque, cuando ocurre eso Mateo esta siempre atento al otro can y prácticamente debo jalar de el.
7.- Solo lo sacamos a pasear dos personas, mi padre y yo (gerenalmente yo) hasta hace poco (uno o dos meses) lo paseaba unas 3 o 4 veces por semana y el paseo duraba unos 20 o 30 minutos, pero ahora por el problema no es muy grato pasearlo así que podría decir que 1 o 2 veces por semana. En cuanto al comportamiento es igual con todas las personas que lo paseen.
Espero proporcionarte información útil para solucionar este problema.
Gracias
8.-
OK, ahora está todo mucho más claro y, si te soy sincero, pinta mal. La conducta agresiva responde a dos elementos que actúan en la misma dirección y se refuerzan uno a otro: Por una parte, la falta de socialización en una etapa clave ha limitado mucho su contacto con otros perros. Por otro lado, siempre que ha habido una fricción o aun un amago de roce, has acudido "al rescate" (no te preocupes, lo hace el 90% de la gente). Todo esto provoca una desconfianza que puede rozar con el miedo a lo desconocido reforzado por la actitud protectora de su amo, que inconscientemente le está dando la razón. Es importante, para solucionar el problema, que te pongas en el lugar del perro. Su vida está limitada a su casa, su territorio. En cuanto sale de él, está en territorio ajeno con amenazas constantes en forma de otros perros, ante lo que tiene dos opciones: sucumbir o defenderse. Y elige la segunda, con el problema de que en realidad no se defiende de nada (no existe amenaza real) y que asume que la mejor defensa es un buen ataque. Por si fuera poco, su líder (tú), en un intento de protegerle, le estás confirmando todos sus miedos. Es decir, a su estado alerta se le unen rasgos fóbicos que desaparecen en cuanto está en ambientes conocidos o con humanos, de los que sí reconoce su superioridad.
Bien, ese círculo vicioso es el que hay que romper. Si fuese un labrador de seis meses sería bastante sencillo, pero con un perro tan potente y ardoroso la cosa se complica. En la etapa en que son cachorros, aprenden a que no hay que tocar las narices a otros perros en cuanto un par de ellos le dan dos revolcones; por decirlo así, ellos aprenden las reglas del juego. Mateo no las ha aprendido porque no ha jugado con muchos perros cuando debía.
Primera regla: ejercicio. Pero ejercicio a destajo, hasta agotar al perro. Cada día, mínimo 45 minutos. Házselo agradable, juega con él, pero que ese juego implique moverse mucho, correr, saltar.. cansarse, en definitiva. Un perro cansado es muchísimo más manejable. Este ejercicio debe formar parte de su vida todos los días, y no sigas con los siguientes pasos si el perro no está cansado.
Segunda regla: Cambio de hábitos. Que salga todos los días. Mira a ver si puedes hacer ese ejercicio en algún lugar que no sea su casa. Si no puede ser, sacadle después del ejercicio, nunca antes. Empezad por paseos cortos (20 minutos) e id alargándolos. Mejor varios paseos cortos que uno largo, y mejor por rutas diferentes que siempre por el mismo sitio. Eso va a causarle tensión, por lo que es muy importante a) que sea después del ejercicio y b) que sea progresivo. El paseo siempre con collar de castigo (no de ahogo). El collar de castigo no funciona arrastrándolo, sino con tirones fuertes y secos tras la advertencia (NO!) Incumplida.
Tercera regla: cambio de actitud de los humanos. No adoptéis una actitud defensiva o protectora en cuanto aparezca un perro ni evitéis a uno cuando vaya a cruzarse con vosotros. Esto es crítico, pero sería aconsejable que de momento vayáis por sitios por los que no haya perros: primero debe acostumbrarse a la calle, a los olores de los otros perros, a los ruidos. Lo idóneo es pasear por zonas donde no haya perros o a horas intempestivas. Es jodido, pero es lo mejor.
Cuarta regla: Desensibilización progresiva. Enfréntale muy lentamente a lo que le da miedo. Una vez acostumbrado al paseo, y que haya asociado ese paseo a una experiencia placentera, llévale a un lugar donde pueda observar perros desde lejos, pero que no tenga acceso a ellos. Progresivamente, ve acercándote, pero sólo cuando en la etapa anterior ya no ladre ni se excite al ver a otros perros. Así, hasta que podáis estar a una distancia razonable. Por otra parte, según vas progresando en este programa, comienza a frecuentar zonas con perros. Si os cruzáis con alguno, ve advirtiéndole (NO!, tirones de correa, etc.) en cuanto aparezca el otro perro, no esperes que éste se ponga a ladrar. Si tienes la oportunidad, queda con alguien que tenga perro -preferiblemente una hembra o un cachorro- y ensaya esta última parte.
No te voy a engañar, y el bull terrier es un perro muy complicado para estas cosas. Es muy bravo, muy vigoroso y muy testarudo, lo que hace que los procesos de desensibilización sean muy lentos y aveces infructuosos. Por ello, ármate de paciencia, de autoridad y de fuerza para contenerle.
Bueno, ya me irás contando.
Bien, ese círculo vicioso es el que hay que romper. Si fuese un labrador de seis meses sería bastante sencillo, pero con un perro tan potente y ardoroso la cosa se complica. En la etapa en que son cachorros, aprenden a que no hay que tocar las narices a otros perros en cuanto un par de ellos le dan dos revolcones; por decirlo así, ellos aprenden las reglas del juego. Mateo no las ha aprendido porque no ha jugado con muchos perros cuando debía.
Primera regla: ejercicio. Pero ejercicio a destajo, hasta agotar al perro. Cada día, mínimo 45 minutos. Házselo agradable, juega con él, pero que ese juego implique moverse mucho, correr, saltar.. cansarse, en definitiva. Un perro cansado es muchísimo más manejable. Este ejercicio debe formar parte de su vida todos los días, y no sigas con los siguientes pasos si el perro no está cansado.
Segunda regla: Cambio de hábitos. Que salga todos los días. Mira a ver si puedes hacer ese ejercicio en algún lugar que no sea su casa. Si no puede ser, sacadle después del ejercicio, nunca antes. Empezad por paseos cortos (20 minutos) e id alargándolos. Mejor varios paseos cortos que uno largo, y mejor por rutas diferentes que siempre por el mismo sitio. Eso va a causarle tensión, por lo que es muy importante a) que sea después del ejercicio y b) que sea progresivo. El paseo siempre con collar de castigo (no de ahogo). El collar de castigo no funciona arrastrándolo, sino con tirones fuertes y secos tras la advertencia (NO!) Incumplida.
Tercera regla: cambio de actitud de los humanos. No adoptéis una actitud defensiva o protectora en cuanto aparezca un perro ni evitéis a uno cuando vaya a cruzarse con vosotros. Esto es crítico, pero sería aconsejable que de momento vayáis por sitios por los que no haya perros: primero debe acostumbrarse a la calle, a los olores de los otros perros, a los ruidos. Lo idóneo es pasear por zonas donde no haya perros o a horas intempestivas. Es jodido, pero es lo mejor.
Cuarta regla: Desensibilización progresiva. Enfréntale muy lentamente a lo que le da miedo. Una vez acostumbrado al paseo, y que haya asociado ese paseo a una experiencia placentera, llévale a un lugar donde pueda observar perros desde lejos, pero que no tenga acceso a ellos. Progresivamente, ve acercándote, pero sólo cuando en la etapa anterior ya no ladre ni se excite al ver a otros perros. Así, hasta que podáis estar a una distancia razonable. Por otra parte, según vas progresando en este programa, comienza a frecuentar zonas con perros. Si os cruzáis con alguno, ve advirtiéndole (NO!, tirones de correa, etc.) en cuanto aparezca el otro perro, no esperes que éste se ponga a ladrar. Si tienes la oportunidad, queda con alguien que tenga perro -preferiblemente una hembra o un cachorro- y ensaya esta última parte.
No te voy a engañar, y el bull terrier es un perro muy complicado para estas cosas. Es muy bravo, muy vigoroso y muy testarudo, lo que hace que los procesos de desensibilización sean muy lentos y aveces infructuosos. Por ello, ármate de paciencia, de autoridad y de fuerza para contenerle.
Bueno, ya me irás contando.
Hola, junto con desde ya gradecer tu tiempo y conocimientos te quería preguntar si pe dudes dar un msn para cahtear, la idea es que si voy a trabajar todos los días con Mateo creo me van a surgir más de una duda y por este medio no es muy rapido. Te hago la pregunta antes de evaluarte para no cerrar la consulta.
Atentamente Carlos
Atentamente Carlos
No tengo msn porque no me gusta demasiado y porque sólo uso el ordenador desde el trabajo -los perros me quitan todo el tiempo libre, je-. Si tienes dudas, mándamelas por esta vía o a [email protected].
Suerte
Suerte
- Compartir respuesta
- Anónimo
ahora mismo