Pues hay teorías para todos los gustos, pero los sabios en la materia mantienen que desde que uno nace hasta que muere, ya que desde los primeros días, se van mostrando las necesidades que el ser humano tiene, en la forma que se puede claro, primero llorando, luego balbuceando y más adelante con las palabras y las acciones. Depende de los estímulos que reciba a esas manifestaciones, el niño se acostumbrará a tomarlas como normales o no normales e irá adaptando su forma de actuar. En la adolescencia se pasa otra etapa de rebeldía en la que se demuestran formas de actuación desde las más sumisas a las más violentas, que su entorno debe saber captar y encauzar para que la persona dé lo mejor de sí mismo. Incluso en la ancianidad, cuando las personas se ven más desvalidas o se creen que son un estorbo para la sociedad, se pueden hacer cosas para cambiar esa personalidad y hacerle más llevadera su vida. Bueno, esa es la teoría. En la práctica se encuentra de todo como en los mercados. Personalmente creo que en los primeros años de la vida (hasta los 16 aproximadamente), se marca prácticamente el carácter que una persona va a tener para el resto de la vida.